La evaluación diagnóstica:

Un desafío y una herramienta para el cambio

La formación en Ingenierías y LOI (Lic. en Organización Industrial), en una época de transformaciones tan aceleradas como la actual y de demandas tan exigentes, junto a la rigidez del sistema educativo, conduce a enfatizar muy especialmente la flexibilidad o la capacidad para adaptarse y dar respuestas a las necesidades del desarrollo de las sociedades y de las personas.
Los alumnos universitarios evidencian diferencias personales, que pueden ser muy significativas, en cuanto a motivaciones, expectativas, experiencias previas, antecedentes culturales y sociales y procesos. Esta diversidad plantea la necesidad de realizar la Evaluación Diagnóstica, a fin de conocer “el estado actual” del alumnado, en el inicio de cada asignatura, y orientar adecuadamente el plan de clases anual y los roles del equipo de cátedra. Con ello, se busca vislumbrar fortalezas y debilidades en cada comisión de alumnos, como así también, generar mayores vínculos con las áreas disciplinares, fortaleciendo la formación de competencias y saberes genéricos y especializados de cada Carrera.
En nuestra Facultad como requisito de la Carrera Docente se solicita a los docentes a cargo de cátedras que todos los años presenten un análisis de la asignatura, el programa analítico actualizado, la Evaluación Diagnóstica con sus resultados y la Planificación Anual.
La experiencia de la implementación de la Evaluación Diagnóstica se ha consolidado en su faceta instrumental, sin embargo aún se perciben escasas instancias colectivas donde esos mismos datos sean sometidos a la práctica de la interacción y el análisis. Se cuenta con excelentes estudios que deberían trascender el encuadre de la cátedra y prolongarse en mayores acciones de articulaciones con asignaturas vinculantes, en las áreas disciplinares y fortalecer los ejes curriculares de los perfiles profesionales de cada carrera.

Cómo realizar una evaluación efectiva

El objetivo central de la evaluación es el mejoramiento y la potenciación de los procesos de cambio para fortalecer la formación mediante la recogida de información sobre la situación de partida de los alumnos, en cuanto a capacidades y saberes que se consideren necesarios para iniciar con éxito los nuevos aprendizajes. Conocer también lo que moviliza a nuestros alumnos nos permite seleccionar actividades que resulten más convenientes.
Las distintas teorías de aprendizaje coinciden en que aprender implica movilizar lo que ya se sabe, o lo que se hace. Los saberes y capacidades de hacer adquiridos previamente, constituyen la base que puede facilitar u obstaculizar los nuevos aprendizajes, de allí la relevancia de incorporar la información obtenida en el desarrollo anual de la práctica docente y generar mayores vínculos formativos con las cátedras correspondientes.
Más que un recurso clasificador por medio de la calificación (mirada sólo cuantitativa a veces) pretende ser un instrumento de transformación en los que participan los distintos actores institucionales involucrados. Por este medio se transforman los obstáculos detectados en objetivos, los docentes al tener conocimiento de las dificultades, pueden predecir con cierta exactitud lo que encontrarán en los alumnos a la hora de organizar el proceso de enseñanza. Los informes de Evaluación Diagnóstica deben señalar lo que se hará para enriquecer los procesos de enseñanza aprendizaje y llevarlo al marco, siempre de lo posible, de la planificación flexible de la cátedra. La comunicación fluida y compartida entre los docentes de las áreas involucradas y los alumnos es la herramienta por excelencia que corrige toda distorsión sobre los resultados obtenidos cuando éstos no son los esperados, evitando caer en actitudes culpabilizadoras. Por todo esto nos debemos preguntar si la Evaluación Diagnóstica en realidad cumple su cometido: la de organizar la tarea y orientar el aprendizaje; de lograr mayores articulaciones por carreras, si está viva, si enciende la energía de las preguntas movilizadoras, tanto a la hora de enseñar como de aprender.
Los datos de este instrumento brindan información para ser retomados y profundizados en el inicio de los principales ejes temáticos, pues la práctica docente implica la evaluación inicial, continua y final, que promueve la investigación sobre el aprender y el enseñar en la propia asignatura, integrando enseñanza, análisis de las prácticas y su mejora continua.

Equipo Interdisciplinario de Apoyo Académico

aprender implica movilizar lo que ya se sabe o lo que se hace