Bahía Blanca, capital argentina de la Italianidad.
Próximamente, se presentará el libro “Bahía Blanca, 1856 – La Legione Italiana: El frente olvidado del Risorgimento”.
En el marco de la conmemoración por los 150 años de la llegada a nuestra ciudad de la Legione Agrícola Militare Italiana al mando del coronel Silvino Olivieri, se presentará próximamente el libro del publicitario e investigador bahiense César Puliafito, titulado “Bahía Blanca, 1856. La Legione Italiana. El frente olvidado del risorgimento”. La obra propone una novedosa perspectiva del hecho que significó una verdadera refundación de Bahía Blanca. Entrevistamos al autor y coordinador de los festejos, que han contado con una fuerte adhesión de la Colectividad Italiana de la región.
¿Qué era la Legión Agrícola Militar?
La Legión llegó en 1856, por un acuerdo con el Estado de Buenos Aires. Llegó a contar unos 600 italianos y tenía como objetivo reconocido, el de generar un polo de desarrollo local y regional y eventualmente defender el territorio de los ataques del cacique chileno Calfucurá. Las principales herramientas con que contaba eran la cultura, los oficios, una gimnasia cívico-política democrática y una férrea disciplina militar. Los legionarios eran expatriados políticos que abandonaron su tierra forzados por las luchas del movimiento independentista italiano, conocido como il risorgimento. Otro de los objetivos, hasta el momento poco conocido, fue la pretendida formación de una fuerza militar que desde el puerto local, pudiera embarcarse con rumbo a Italia con el fin de participar de la guerra revolucionaria en apoyo de Garibaldi y los patriotas que bregaban por unirla.
¿Cuál fue el impacto de la legión en la ciudad?
El impacto para la pequeña villa fue importantísimo, ya que hasta ese entonces no llegaba a contar 1.000 habitantes y contribuyó en la formación de nuestra identidad como ciudad. Los legionarios fabricaron los primeros ladrillos cocidos, con lo que se mejoró la calidad edilicia del pueblo. También construyeron la nueva catedral y dos escuelas primarias por las que tanto bregaron las autoridades comunales; el primer puente sobre el arroyo Napostá, entre otras obras. En 1860 levantaron el primer muelle, trazaron el camino consolidado al puerto, desmontaron y nivelaron la Plaza Estomba (Rivadavia). Crearon el hospital, instalaron un taller de carros, una maestranza donde se reparaba el armamento y se fabricaban municiones, e incluso con los ocho sastres que vinieron, montaron una pequeña fábrica artesanal de uniformes.
En lo cultural la legión significó un aporte impensado para una villa en el confín de la frontera, otorgándole un perfil de ciudad culta que se mantiene hasta nuestros días, incluso los italianos trajeron la imprenta con la que se editaron los primeros periódicos bahienses.
También se distinguieron en el rubro agropecuario. El desarrollo de un cordón de quintas en torno a la localidad posibilitó el acceso de los pobladores a una dieta más completa. La introducción del tamarisco, del pino tosquero y de otras especies arbóreas significó una verdadera revolución forestal. La siembra de pasturas dio otras posibilidades al engorde del ganado y a la crianza de especies más productivas.
Filippo Caronti capitalizó en beneficio de Bahía Blanca sus inquietudes científicas. Levantó planos topográficos de la región, practicó sondajes en el puerto y en la ría. Proyectó el entubado del Maldonado. Fue un pionero de la meteorología argentina, sus prolijas observaciones comenzaron en 1859 y concluyeron en 1883 el mismo día en que falleció.
En lo social, significaron el núcleo que conformó la característica clase media bahiense, sus hijos se integraron perfectamente y fueron fundadores de un sinnúmero de entidades intermedias.
¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
A los 10 u 11 años leí por primera vez la historia de la Legión, lo que me impresionó muchísimo; los protagonistas de esa épica eran italianos como mis nonos a quienes adoraba. Creo que en ese tiempo empecé a escribir este libro, pero la idea tomó fuerza hace 5 años, cuando comencé a investigar metodológicamente y a escribir. El proyecto se materializó con la llegada de quien se convirtiera en el alma mater, el cónsul Gral. Dr. Nicola Di Tullio. También fue importante el contacto con la Universitá degli Studi di Teramo quien se interesó por la investigación.
Hoy se habla de “Bahía Blanca Capital de la Italianidad”, ¿cuáles son los aspectos que generan este reconocimiento?
Además del aporte a la ciudad, la Legión Italiana fue el primer movimiento inmigratorio italiano organizado y financiado por el Estado, en la Argentina. Los legionarios vinieron con el discurso de una Italia Unida, sobreponiéndose a los tan arraigados regionalismos peninsulares. El órgano de difusión de los legionarios, el periódico La Legione Agricola, fue el primero escrito en lengua italiana del país. La épica italiana en Bahía Blanca y la vitalidad de su colectividad no tiene contraparte en otras latitudes del país, además de contar con un sinnúmero de asociaciones itálicas y un 52% del total de la población con descendencia. El propio Cónsul General reconoce que no hay antecedentes de una Settimana de la Italianitá como con la que en nuestra región se celebra el día de la Reppublica Italiana. Por todo lo expuesto en esta síntesis que fácilmente se puede ampliar y profundizar, es por lo que Bahía Blanca merece ser llamada Capital Argentina de la Italianidad.