Formación para el trabajo

La necesidad de disminuir el desfasaje entre las necesidades de la industria y la disponibilidad de mano de obra calificada ha impulsado distintas actividades de capacitación en el ámbito local y nacional.

El proceso de desindustrialización que se generó en nuestro país durante la década del ‘90, sumado a los cambios operados en los sistemas educativos de nivel medio y trayectos técnicos profesionales, han provocado un deterioro importante en la capacidad de formación de técnicos, en las distintas disciplinas que requiere la industria actualmente.
En el primer caso, el aumento de los índices de desocupación interrumpió la cadena de formación de recursos humanos en las mismas empresas, donde los aprendices podían formarse con técnicos experimentados. En el caso del sistema educativo, la transición operada entre los dos sistemas, con los consiguientes inconvenientes que ello produjo, sumada a la desvalorización de los saberes técnicos en un contexto de crecimiento industrial nulo o negativo, desvalorizó la educación técnica como herramienta de inserción laboral y crecimiento económico.
Estas circunstancias, sumadas a la permanente evolución de las necesidades de capacitación, derivadas del avance tecnológico, han generado un desfasaje importante entre las capacidades medias de los operarios y técnicos industriales, o aspirantes a serlo, y las necesidades de la propia industria, en este contexto de reindustrialización que vive actualmente Argentina.
Este diagnóstico se repite en todas las zonas industriales de nuestro país, y es compartido por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), quien está desarrollando políticas activas de promoción de la capacitación, en conjunto con entidades educativas, gremiales y empresarias de distintos rubros industriales.
En este sentido, el MTSS firmó el 8 de junio pasado un convenio de Cooperación con la UTN, con el objeto de profundizar los vínculos con la Universidad para desarrollar nuevos planes de capacitación.

Capacitar en oficios para ser parte del crecimiento

A nivel local, fue creado por el Consejo Académico de la UTN FRBB el Centro de Capacitación y Certificación de Competencias Profesionales (C4P). Este tiene como objeto brindar a la región la posibilidad de contar con una institución capaz de capacitar en oficios, con la posibilidad de adaptarse rápidamente a las demandas de la actividad industrial, modificando y/o adecuando su oferta académica y planes de capacitación.
El puntapié inicial del C4P lo constituye la implementación de la Escuela de Soldadura, con la dirección académica del Departamento de Ingeniería Mecánica. Para su puesta en marcha, la Facultad ha firmado un convenio con el Consorcio del Parque Industrial de Bahía Blanca (CPIBB), accediendo a la cesión por 5 años con renovación automática de un edificio dentro del Parque, con el objeto de que las actividades se realicen en un ámbito dedicado a la producción y en estrecha vinculación con la industria local.
Para el equipamiento de la escuela, el C4P ha obtenido durante el año 2005 un subsidio en el marco del programa de Crédito Fiscal, contando con el aporte de la empresa Conarco como cedente. Esto le ha permitido adquirir equipamiento de soldadura constituido por 12 máquinas de 300 Amp. para electrodos revestidos (destinadas a las práctica), y una máquina combinada TIG/electrodo para demostraciones y ensayos. Asimismo se ha adquirido equipamiento auxiliar para la realización de estas prácticas, con una inversión global del orden de los sesenta mil pesos.
Las instalaciones están siendo acondicionadas por el mismo CPIBB. En particular, la empresa S3 ha construido los boxes y mesas de trabajo para la realización de las actividades, mientras que la empresa Produmerc proveyó la mano de obra para el acondicionamiento de las instalaciones de extracción de gases. El equipamiento de seguridad fue aportado por Chricer; Alonqueo Hnos. realizó la obra de pintura de la estructura interna y externa, y el diseño arquitectónico estuvo a cargo de la firma Domo. Finalmente la adecuación general de las instalaciones se realizó con el aporte de las empresas PBBPolisur, Profertil y Solvay Indupa, que han provisto fondos y materiales con ese objetivo.
El lanzamiento de las actividades está previsto para septiembre, con la concreción de 2 cursos de soldadores por electrodo revestido de aproximadamente 150 horas de duración y un curso de supervisores de 70 horas de duración.
Se prevé posteriormente la realización de actividades en otras ramas de la actividad técnica como son ensayos no destructivos, andamistas, armador-encofrador y electricidad industrial. En particular en este último tema, se ha firmado un convenio con el gremio de Luz y Fuerza para el aporte de importante equipamiento (ver nota “Un departamento con energía”).