El sector hotelero en Bahía Blanca

Presentamos una síntesis del trabajo de los alumnos Fernando De la Dehesa, María de los Angeles Ortiz, Mariela Ortiz y Víctor Robla para la cátedra Industrias Regionales de la Licenciatura en Organización Industrial.

Como se sabe, el ritmo de avance de la construcción suele ser uno de los indicadores más utilizados para diagnosticar la fase del ciclo que atraviesa una economía en un momento dado. Del mismo modo, el grado de desarrollo de la capacidad hotelera de una región o ciudad suele operar como signo (indirecto) del grado de dinamismo de ese territorio. Así, el crecimiento urbano y económico suele venir acompañado de una expansión en los servicios de alojamiento derivada de un mayor tráfico de individuos (e.g. turismo, negocios, etc.).

En el caso de Bahía Blanca, el sector experimentó en los últimos 10 años un importante crecimiento, apoyado en las inversiones realizadas por grandes emprendimientos productivos (ampliación del polo petroquímico, construcción de planta de fertilizantes, etc.). En las secciones que siguen se repasan las formas que adquirió dicho proceso.

La oferta hotelera local

Si bien entre 1993 y 2003 la cantidad de establecimientos que ofrecen servicios de alojamiento (hoteles y hospedajes) cayó más del 15%, la cantidad de plazas se vio incrementada en 7,8%.

El crecimiento en la capacidad se concentra en los estratos de 4 y 2 estrellas; en ambos segmentos aumentó considerablemente el número de empresas y su capacidad. El resto de las categorías experimentó tanto una disminución en el número de establecimientos como de plazas ofrecidas.

Otra de las mutaciones observadas en la última década en el sector se refiere a las variaciones en el tamaño medio de las instalaciones. En particular, se registra un notable incremento del tamaño en el estrato de 3 estrellas, paralelo a una significativa disminución del tamaño de la categoría de 1 estrella.


Cuadro 1. Establecimientos y plazas hoteleras en Bahía Blanca 1993/2003

 19932003
LocalesPlazasPlazas/hotelLocalesPlazasPlazas/hotel
Hoteles 4*0003460153,3
Hoteles 3*2292146,01229229,0
Hoteles 2*2229114,56610101,7
Hoteles 1*4573143,329246,0
Hospedajes1841022,81023023,0
Total26150457,822162173,7

Fuente: elaboración propia en base a datos proporcionados por la Asociación de Hoteles, Bares, Confiterías y Afines y la Agencia Municipal de Desarrollo.

Del Cuadro 1 se desprende que la reestructuración del sector hotelero local ocurrida en los últimos 10 años se basó en un aumento de la oferta en los estratos de mayor confort (mayor precio). La oferta se reorientó al segmento de la demanda menos reactivo a los precios (técnicamente, menos elástico) mientras que se contrajo fuertemente en los segmentos que compiten en precios (categorías inferiores).

La mayor concentración de la oferta en las categorías de mayor precio responde a un cambio en el perfil de clientes de este sector, actualmente enfocado a ejecutivos de empresas del alto nivel.

Otra de las conclusiones que pueden extraerse de estos datos es que las inversiones en capacidad no fueron realizadas por nuevos competidores, sino más bien por emprendimientos existentes. Esto refleja que el crecimiento también fue acompañado por cierto aumento de la concentración empresaria en este sector.

El tamaño del sector hotelero en Bahía Blanca

Tomando como parámetro un porcentaje de ocupación cercano al 55% (estimado a partir de datos proporcionados por la cámara que agrupa a las empresas de la actividad), se estima que en conjunto el sector hotelero bahiense genera más de 18 millones de pesos anuales. El segmento de mayor categoría (4 estrellas) contribuye con casi 44%; le sigue en importancia el estrato de 2 estrellas (29,5%). En el primer caso, la destacada contribución al valor de producción se explica principalmente por el elevado precio unitario del servicio, mientras que en el segundo caso, interviene más la capacidad instalada (casi el 38% de las plazas pertenecen a establecimientos de 2 estrellas).

Según fuentes especializadas, el sector genera unos 250 empleos, aunque este guarismo varía considerablemente según los niveles de ocupación de la capacidad instalada.

Estructura del mercado

Es posible estimar el grado de concentración empresaria en el sector hotelero local, en función de la capacidad de alojamiento. Los 4 hoteles más grandes concentran casi el 65% de la oferta total de alojamiento, cifra que supera el 90% si se toman en cuenta los 8 establecimientos de mayor porte (se descartaron del cálculo los hospedajes debido a su marginal contribución a la capacidad instalada). A su vez, las firmas de mayor tamaño pertenecen a las categorías superiores.

Por su parte, los obstáculos al ingreso de nuevos competidores son importantes y se vinculan principalmente a la magnitud de la inversión inicial. Las estrategias de diferenciación de servicio y posicionamiento en el mercado dependen, en parte, del monto invertido en las instalaciones. Además, en este sector los costos de salida del mercado también son elevados; las instalaciones difícilmente puedan ser aplicadas a otro uso sin realizar reformas edilicias. Este tipo de barreras explica por qué en los últimos 10 años, a pesar de haberse registrado un aumento de la demanda, prácticamente no ingresaron nuevas firmas al mercado. Así, la mayor parte del crecimiento fue absorbido por las empresas existentes.

Perspectivas

Si bien en los últimos años la demanda de servicios de alojamiento, especialmente de alta categoría, se ha incrementado significativamente, esta se concentra en un perfil particular de clientes, altamente enfocado a ejecutivos y directivos de negocios. Como las actividades empresarias demandantes atraviesan un ciclo de crecimiento (ligado a la depreciación del peso y la consiguiente ganancia de competitividad externa), el sector hotelero opera con niveles de ocupación aceptables. Naturalmente, un cambio de signo en el ciclo (pérdida de mercados externos, apreciación de la moneda, caída de la demanda extranjera, etc.) podrían afectar indirectamente al sector.

El componente turístico prácticamente no incide en la última fase de expansión hotelera local; los fines de semana la capacidad utilizada cae al 30 por ciento. En ello interviene el hecho de que Bahía Blanca aún no posee un atractivo suficiente para captar turistas. Pese a constituirse como nodo de rutas multimodales (terrestre, aéreo, férreo, etc.) el movimiento turístico no alcanza para generar un flujo de visitantes regular y estable que permita independizar el ciclo de actividad hotelero al ritmo de crecimiento de la actividad económica.


Coordinación: Mg. Valentina Viego
vviego@frbb.utn.edu.ar