Jornada sobre Calidad y Acreditación de Laboratorios

El 18 de mayo se realizó en la Facultad una Jornada sobre Calidad y Acreditación de Laboratorios, organizada por la Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria.

La actividad contó con una importante convocatoria de público: aproximadamente 130 asistentes participaron de la disertación. Contó con representantes del Organismo Argentino de Acreditación (OAA), del IRAM y de Solvay Indupa.
La presentación institucional del OAA estuvo a cargo de la Ing. Beatriz García, Gerente Técnico de ese organismo, y los aspectos técnicos fueron desarrollados por Marta V. Averbuj. Por su parte el Lic. Mario Wittner, Director General Adjunto del IRAM, y el Ing. Armando Catalá, responsable de Calidad y Medio Ambiente de Solvay-Indupa, llevaron adelante las presentaciones respectivas.

El Ing. Rudy Grether, Secretario de Ciencia y Tecnología de la UTN-Facultad Regional Santa Fe (FRSF), y miembro desde 2002 del Consejo Directivo del OAA en representación de las Universidades Nacionales, también estuvo presente en la Jornada. La FRSF fue la primera en el país en acreditar sus laboratorios, contando hoy en día con tres de ellos ya acreditados y los cuatro restantes transitando el mismo proceso. Con el Ing. Grether nos entrevistamos para que nos explique de qué trata este tema.


Ing. Rudy Grether

¿Cómo comenzó la FR Santa Fe a recorrer el camino de la acreditación de sus laboratorios?

El tema de la acreditación de laboratorios y aseguramiento de la calidad es algo que empezamos a trabajar hace varios años en la Facultad, aproximadamente desde 1998; esto nace dentro del Área de Servicios y Transferencia de Tecnología del CECOVI, que es el Centro de Investigación y Desarrollo para la Construcción y la Vivienda. En ese momento yo era el gestor de ese área, y empezamos con el sueño de llevar adelante primero un sistema de calidad en el laboratorio y después lograr la acreditación.
Fue primero una tarea de concientización del grupo, porque como en todo sistema de gestión, se necesita el involucramiento de la gente. Esta es una etapa irreemplazable. Después comenzamos con otra etapa que es un poco más farragosa, tediosa, y que en algunos puntos te hace pensar en bajar los brazos: todo lo que es escribir los procedimientos, instrucciones de trabajo, manual de calidad, calibración de los equipos, etc.
Cuando ya habíamos avanzado bastante pedimos una especie de auditoría externa y ahí una consultora nos dio una mano importante, y después seguios solos. Con mucha capacitación del personal, asistiendo a cursos de calidad en laboratorios, o a jornadas.
El proceso llegó a un punto donde lo que faltaban eran los recursos para llevar a cabo la acreditación, por los aranceles y demás. Allí hubo un importante aporte de Rectorado, que si lo medimos en términos del total que se invirtió, no fue tanto; pero fue el monto indicado en el momento que se necesitaba. Finalmente en agosto de 2000 logramos la acreditación del laboratorio.


¿Qué quiere decir esto?

Cuando uno dice “laboratorio acreditado” es en realidad una simplificación, uno debería decir “laboratorio acreditado para la realización de x ensayo”. Lo que se acredita son las técnicas de ensayo. En el caso del CECOVI, por ejemplo, lo que tiene acreditados son ensayos de agregados para hormigones y de resistencia a compresión de hormigones, ya que el campo de aplicación del Centro es todo lo que tiene que ver con ingeniería civil y construcciones.

Eso para nosotros como Facultad fue una alegría muy grande, y también para la UTN en general, porque nos constituimos en el primer laboratorio universitario argentino acreditado según, en ese momento, la guía ISO 10019. A partir de ahí se continuó, luego se hizo la transformación a la ISO 17025, y continúa la acreditación.


¿Qué ventajas conlleva la acreditación?

Lógicamente, que el laboratorio tenga técnicas acreditadas implica la demostración de su competencia técnica, y significa que los ensayos realizados tienen una garantía en cuanto a la trazabilidad de las mediciones, la rastreabilidad de la información, la confidencialidad de los resultados, etc., o sea, todos los parámetros estipulados por la norma ISO 17025.


¿Cómo continuaron el proceso en la FRSF?

La tarea realizada con el laboratorio del CECOVI tratamos de usarla en otros laboratorios de la Facultad. Así, en el año 2003 aproximadamente se logró la acreditación de un segundo laboratorio, el LAMYEN, que es el Laboratorio de Mediciones y Ensayos de Electrotecnia, cuyo campo de aplicación es el ensayo de aparatos electrodomésticos de baja tensión.

A partir de 2001 yo me hago cargo de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Facultad, y desde allí comenzamos a impulsar fuertemente la acreditación de laboratorios. A finales de 2003 y durante 2004 hubo 5 laboratorios que se presentaron a la convocatoria del PROCAL, Programa de Calidad y Acreditación de Laboratorios. Este programa es del BID y llevado adelante por el OAA. Esto fue una convocatoria a la cual se presentaron más de 100 laboratorios de todo el país. Nosotros nos presentamos con 5 laboratorios, que fueron seleccionados. De ellos uno ya fue acreditado, y los otros 4 están en proceso de acreditación.


¿Cuál es la situación en la UTN en general?

La UTN en su conjunto ha sido pionera en todo el tema de la acreditación de laboratorios; es por lejos, y lo digo sin miedo a equivocarme, la universidad que mejor posicionada está en este tema dentro del conjunto de las universidades nacionales.