Actividades en el mes de la mujer

El 22 de marzo pasado se desarrolló en la Facultad, por tercer año consecutivo, el Panel “Mujeres en la Ciencia y la Tecnología”.

La actividad, organizada por el Movimiento de Mujeres Tecnológicas de la UTN Bahía Blanca, está destinada a difundir y debatir el rol, situación y perspectivas de las mujeres en la ciencia y la tecnología, particularmente en la profesión de la Ingeniería.

Cabe recordar que el Movimiento de Mujeres Tecnológicas fue constituido en la Facultad a fines de 2009. Sus fines incluyen:

  • Promover el interés y acceso de las mujeres a las carreras vinculadas con el perfil profesional de la UTN.
  • Desarrollar un plan de acción para evitar que la elección profesional responda a los criterios sociales de la división sexual.
  • Propender a la incorporación de la mujer a la investigación, la docencia o la gestión de la Ciencia.
  • Desmitificar los prejuicios existentes respecto a la relación entre el género y la profesión.
  • Participar con otras organizaciones de carácter nacional e internacional en congresos, foros, etc, en temáticas relacionadas con nuestros fines.

Como apertura del evento actuó el grupo de teatro de la Facultad, con una intervención basada en textos de Eduardo Galeano, y bajo la dirección de Rocío Ameri.

Luego se desarrolló el panel, que fue conducido por la periodista Denise Navarrete.

grupo de teatro Minga

Contó con la participación de las Ingenieras Natalia Gonzalez Vidal (graduada de la Facultad, actualmente se desempeña en una empresa constructora), Lucía Rodríguez Palacios (Sector de Producción en dos de las plantas del complejo Dow en Bahía Blanca) y la estudiante de Ingeniería Electrónica y modelo Daiana Limanovsky.

Finalmente actuó el grupo musical Minga!, que con sus ritmos latinoamericanos recreados con secuencias electrónicas aportó un cálido y distendido cierre al evento.

LOS TESTIMONIOS DE LAS PANELISTAS

¿Cuáles fueron sus motivaciones para estudiar ingeniería?
LRP: En mi caso particular, la motivación fue bastante puntual y tuvo que ver con una visita guiada cuando estaba en el secundario, a una de las empresas del Polo Petroquímico. Para mí se abrió un universo que desconocía, de hecho yo tenía planeado hacer otra carrera, pero decidí aventurarme a estudiar ingeniería.

DL: Siempre quise hacer algo con circuitos, computadoras. Fue la curiosidad más que nada, lo que me llevó a hacer esto. Querer saber cómo es que funciona la electricidad, o tantas cosas que vemos todos los días… Y también me lo planteé como un desafío, por las ganas de hacer algo distinto y de auto superarme.

¿Es difícil estudiar ingeniería? ¿Qué consejo darían a quienes tienen que decidirse por una carrera a seguir?
LRP: No hay nada que con paciencia y perseverancia no se pueda lograr. Además de que a uno le tienen que gustar las llamadas ciencias duras: la química, la física y la matemática.
Lo que parece que es la decisión trascendental, puede verse después como un tiempo muy corto. Dense tiempo para probar y decidir si les gusta o no… 

DL: Mi consejo sería que investiguen, a la hora de elegir una carrera. En mi caso consulté el plan de estudios, a personas que estudiaban esa carrera, visité las universidades… me sirvió mucho. Estuve todo un año, el último año de la secundaria, investigando sobre las posibles carreras antes de decidirme.

NGV: La ciudad ofrece todos los años una muestra de carreras. También las universidades están abiertas a que los chicos se acerquen y participen de una clase como si fueran un alumno más, o de un trabajo de laboratorio. Todo eso ayuda a tomar la decisión.

¿Tuvieron dificultades en su trabajo, por el hecho de ser mujer?
NGV: En general, no. Hoy por hoy estoy trabajando a la par de muchos compañeros varones, y también mujeres. Al estar en una empresa constructora, de vez en cuando tengo que ir a la parte de taller –no a la obra porque yo estoy en la oficina técnica-. Pero no encuentro problemas en eso.

¿Cómo fue su inserción en el mundo laboral?
LRP: Empecé como pasante en lo que en su momento era Eg3, hoy Petrobras. Me recibí, trabajé un año más allí, y luego pasé a formar parte del proceso de expansión de las plantas del complejo de Dow en Bahía Blanca… Ese contexto ayudó a que haya más oferta laboral. A mí también me sirvió mucho tener manejo de idioma inglés, sobre todo para trabajar en una empresa norteamericana.
Luego el crecimiento profesional te va dando herramientas para tomar más responsabilidades. Es un balance que se da, a medida que vas teniendo capacidad para asumir más responsabilidades, se va dando.

¿Qué elementos podrían dinamizar el protagonismo de las mujeres en la Ciencia y la Tecnología?
DL: Abrir las mentes de las chicas: tanto machismo nos puede llevar a pensar que no podemos. Todas las chicas tienen cerebro para estudiar ingeniería… Hay que terminar con el prejuicio de pensar que la ingeniería es cosa de hombres. Hay muchas actividades de mujeres desempeñadas por hombres. En mi caso, en lo que es la moda, hay diseñadores, maquilladores, peinadores, fotógrafos, que hacen su trabajo con tanta pasión… entonces, ¿por qué las mujeres no pueden poner la misma pasión en la ingeniería?

LRP: Es un cambio que va a llevar tiempo, pero que se está empezando a dar. Cuando yo empecé a estudiar, éramos un 20 o 30% mujeres, hoy esa proporción es del 50%. En la empresa donde trabajo se toman cada vez más mujeres. La industria no va a ser ajena a los cambios que se están dando a nivel mundial, con mujeres en posiciones de liderazgo en distintos ámbitos. Yo veo muy positivo que el lugar de trabajo esté balanceado entre la mirada femenina y la masculina. Creo que esto hace sumar a todos, a todo el grupo de trabajo.