APORTES PARA LA FUNDAMENTACIÓN CONCEPTUAL DE LA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN URBANA CONCERTADA – DOW/CIPPEC/UTN –
El proceso de pensamiento sobre la construcción de la Ciudad, en tanto construcción colectiva de ciudadanía y por ende del Derecho a la Ciudad, son la base de las políticas inclusivas que fundamentan la propuesta de aplicación en tanto planificación urbana, con la intención de generar nuevos instrumentos territoriales sostenibles para la Ciudad de Bahía Blanca. Estos nuevos instrumentos, definidos como nuevas formas de gestión, deberán ser capaces de territorializar el pensamiento político, posicionado ideológicamente en “la Inclusión Socio-Espacial” como paradigma de la sociedad del Tercer Milenio. En este marco, y formando parte de un grupo de profesores de la UTN, participamos de la propuesta realizada por la DOW a través del CIPPEC para repensar la Ciudad.
Sin perder la visión de nueva globalidad y centrándola en lo local, el concepto definido como “glocal”, se propone como camino procesual para abordar el desafío de la “ciudad inclusiva”en tanto plataforma de sostenibilidad. La premisa será entonces, la construcción de conocimiento para la generación de las necesarias contratendencias a la obsolescencia de la planificación tradicional, teñida hoy de neoliberalismo, que solo ha profundizado las desigualdades sociales y que reflejan la forma segregatoria de nuestras ciudades.
Desde la Carta de Río en 1992, conocida como la 2º Cumbre de la Tierra,se plantea q para alcanzar el Desarrollo Sostenible, el mismo tendrá que ser, social y ecologicamente soportable, ecológica y económicamente viable y económica y socialmente equitativo. En este marco, la definición planteada por David Harvey del Derecho a la Ciudad, está incorporando el concepto de sostenibilidad y desafiando la eficacia que la gestión del territorio ha demostrado. La imposibilidad de abordar la problemática de los instrumentos de transformación necesarios, que garanticen el acceso a este Derecho y por tanto a la sostenibilidad, anuncian un agotamiento de ciclo de eficiencia de los mismos, y expone su correspondencia con viejos paradigmas.
En referencia a esta crisis, la persistencia de la pobreza y la marginalidad se ha constituido en el desafío de las ciudades latinoamericanas, donde la ecuación sociedad/naturaleza encuentra un desbalance evidente, tanto en la complejidad de conflictos antrópicos generados, como del equilibrio entre soporte territorial y demandas insatisfechas de Calidad de Vida. El Territorio, como escenario de estas demandas insatisfechas no ha sido suficientemente articulado en relación a los impactos que estos conflictos conllevan y menos a la retroalimentación desde el soporte territorial construido que incide y determina la Calidad de sociedad generada.
La Nueva Agenda Urbana, Habitat lll, en la 3º Cumbre , aprobada recientemente en Quito, habla de la necesidad de generar 6 condiciones , en tanto 6 Ciudades amalgamadas e interactivas q garanticen el Derecho a la Ciudad, como nuevo Paradigma Urbano, q construya la sociedad del Tercer Milenio. La Ciudad planteada debe ser COMPACTA /INCLUSIVA/ RESILIENTE/ PARTICIPATIVA/ SEGURA/ SOSTENIBLE. La cooperación y complementación, entre ciudades, entre sectores estatales y privados, entre ciudadanos en nuevos contratos urbanos, que articulen desarrollo con inclusión, formaron parte del debate que dieron las Naciones Unidas en este Foro Mundial que se resume en la propuesta de las 6 Ciudades superpuestas y simultáneas descriptas.
Sin duda la complejidad q esta ecuación presenta, supone a su vez, como dice el Director Ejecutivo de ONU-Habitat, Joan Clos, » que hay que cambiar la forma de hacer urbanización y hay que cambiar desde los principios básicos, desde la legislación urbanística, el diseño y la planificación urbana, y el diseño financiero de la urbanización”.
de la urbanización”. De esta contundente y compleja ecuación, que supone abordar para Latinoamérica en especial, la superación de la DESIGUALDAD como resultante del proyecto de sociedad /ciudad, se desprende que la mayor eficacia en garantizar el Derecho a una mejor Calidad de Vida está en la gestión de las políticas a escala de las Ciudades. Más allá de la necesidad de contar con un contexto nacional/provincial que promueva el acceso a los derechos de HABITAT, las ciudades son capaces de generar riqueza y de repartir equitativamente garantizando esos derechos, siempre que las políticas ,en tanto instrumentos de transformación, sean coherentes con el objetivo. En este punto y poniendo como escenario posible el Derecho a la Ciudad, sería importante rever los instrumentos vigentes dado su magro resultado y animarse, como propone Joan Clos, a rediseñarlos.
No es casual que la ecuación de la Nueva Ciudad proyectada, comience por la condición : COMPACTA.
Y no es casual, sobre todo para las ciudades de mayor pobreza estructural, donde la falta de Políticas de Suelo ha expulsado a la población más vulnerable a las periferias menos consolidadas. Esta condición, sin infraestructura y equipamiento, se encuentra paralelamente agravada por la tendencia de mercado,que dispersa también hacia la periferia, los crecimientos de las clases medias altas, en Countries y Barrios Jardín. Este fenómeno de extensión de las ciudades ha generado por un lado, graves consecuencias económicas que no permiten garantizar los servicios básicos comprendidos en el Derecho a la Ciudad y por otro ha fomentado la hiperguetización, entendida como la separación de los ciudadanos según clases sociales, generando ciudades fragmentadas y sociedades desiguales, condenando a bastos sectores de la población marginal a las Trampas de Pobreza, retroalimentando la degradación y la exclusión.
La oportunidad de nuevamente consolidar espacios de debate en Bahía Blanca, permite resignificar la discusión y comenzar desde los paradigmas planteados en Quito a reconfigurar el territorio local, eligiendo un sector de la Ciudad que sin dudas atraviesa distintas calidades de Habitat y define la elección de los 3 sitios de la Comisión Habitat de este momento CIPPEC : NODO PARCHAPE, NODO SPURR y NOSO WHITE, como escenarios de gestión piloto posible y deseable, Reconociendo el territorio de la Diagonal Puerto como un espacio de desarrollo NORTE /SUR , se configura la posibilidad cierta del diseño de instrumentos que permitan generar “contratendencias” al modelo excluyente de la ciudad neoliberal vigente.
Ciudades como Bahía Blanca, con el mismo territorio que la Capital Federal (CABA), pero con solo el 10% de su población, son lo inverso de la cualidad COMPACTA, pasando el límite de SOSTENIBLE, lo cual implica la imposibilidad de lograr conformar las restantes cualidades de «Ciudad» propuesta desde UN-Habitat.
La situación es grave, porque no solo refiere la imposibilidad de cumplir económicamente con las obras que garantizan el Derecho a la Ciudad, sino porque la dispersión de su mancha urbana se combina con la desinversión territorial y la consecuente degradación. En el caso de la zona Sur de la ciudad, donde se radica la Franja de Vulnerabilidad (aprox. 20% del territorio urbano actual) este proceso de dispersión/desinversión consolida aún más la pobreza estructural. El Suelo como tema base de una política del Territorio no ha sido abordado como Política Pública, en particular en Argentina desde la Derogación de la Constitución del ’49, que incorporaba la Función Social de la Propiedad.
Podemos concluir que a pesar de los momentos y planteos de reflexión sobre la CIudad , que se incian en el Desarrollo Local con el Plan del 70,la reformulación de su ordenamiento territorial del 80 que configura el actual Código de Planeamiento y el plan estratégico del 2000 que plasma el consenso sobre las estrategias futuras, la falta de estrategias urbanas que religuen la ciudad, la falta de espacios de encuentro ciudadano que activen la participación de los actores más vulnerables, la falta de ideas de desarrollo que motiven la inversión privada y sobre todo la falta de objetivos planificados sobre la ciudad que somos y la ciudad que queremos ser, aleja cada vez más a Bahía Blanca de la Nueva Agenda Urbana Habitat lll, pensada y aprobada por Naciones Unidas para garantizar una sociedad mejor y más justa en los próximos 20 años del tercer Milenio.
Esta búsqueda de la Calidad de Vida y de rediseño de los instrumentos que la viabilicen, integra a la discusión factores dinámicos interdependientes como: densidad, crecimiento poblacional, transporte público, acceso a la vivienda, recreación, salud, educación, empleo, así como también aquellos que definen el desarrollo económico y cultural y el financiamiento que lo posibilite, siempre en el marco de sustentabilidad ambiental que la demanda de la sociedad del tercer milenio exigirá.¿cómo poner en marcha una ciudad desde sus potencialidades y detener las tendencias segregantes en procura de construir la CIUDAD INCLUSIVA?
Desde la última mirada de Estudio que se realizó en el 2009 con el Plan financiado por el Bid, se plantearon algunas preguntas y se esbozaron algunas respuestas que todavía no han sido puestas en debate. Quizas esta instancia que abre hoy la Ciudad, sea el tiempo de una nueva oportunidad.
Roxana Vecchi
Prof. adjunta de introducción a la planificación de ciudades.
Consultora/Coordinadora del BID
Roxana Vechhi
Prof. adjunta de Introducción a la Planificación de Ciudades