Experiencia a bordo del Rompehielos Almirante Irizar

Adrian Gonet es profesor asociado UTN, En La Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA): Profesor titular y Jefe de especialidad.

El emblemático barco rompehielos “ARA Almirante Irizar” acaba de realizar las pruebas más exigentes para evaluar el equipamiento instalado recientemente en su reconstrucción y modernización (ver: “algunos números de la obra de reacondicionamiento”). En esta nota describo detalles relacionados con el barco y las pruebas realizadas, como así también conclusiones sobre la experiencia vivida a bordo.

Para las pruebas, el barco zarpó desde la ciudad de Buenos Aires, estuvo amarrado en la ciudad de Ushuaia,  luego se dirigió a la Antártida, para finalizar nuevamente en la ciudad de Buenos Aires.  Durante los 40 días que duró el viaje,  se cumplieron con distintos protocolos de pruebas que le permitieron certificar los equipamientos instalados. En ese marco se desarrollaron las pruebas más exigentes conocidas como “pruebas de hielo”.

Mi participación en las pruebas se relaciona con mi  función de profesor en los cursos de electricidad, donde se preparan los Oficiales Electricistas de la Armada Argentina que desarrollan su rol en la tripulación.  

Antes de hablar de las pruebas propiamente dichas, cabe mencionar que el barco utiliza una forma de propulsión denominada Diesel-eléctrica, que en pocas palabras, significa que propulsa con dos motores eléctricos sincrónicos de corriente alterna alimentados con 3.300 V y esta tensión se genera a través de 4 conjuntos de motores Diesel acoplados mecánicamente a sus respectivos alternadores sincrónicos. Por medio de equipos convertidores o variadores de frecuencia se controla el torque y la velocidad de los motores. La potencia eléctrica de la generación total del barco para abastecer la propulsión y todos los servicios de abordo es de 18 MW aproximadamente (ver: “ficha técnica”). Como características principales de los distintos sistemas instalados, se destacan el empleo de tecnología de última generación y el alto grado de automatismo, lo cual permite que se realicen muchas operaciones de una forma desatendida o remota desde el cuarto de control de máquinas.

La parte principal de las “pruebas de hielo” consistió en verificar el comportamiento de los motores eléctricos y equipos asociados para romper distintas placas de hielo antártico, cuyos espesores variaron de 1 a 4 metros. Para la realización de estas pruebas se empleó la máxima potencia instalada y distintas maniobras de avance sobre las placas. Además de estas exigentes pruebas, se probaron otros sistemas importantes cuyos componentes estuvieron sometidos a temperaturas cercanas a los 20 ºC bajo cero. También se operó con el helicóptero “Sea-King” de la Base Aeronaval Cte. Espora para desarrollar las prácticas de abastecimiento a la Base Orcadas, lo cual constituye una de las principales tareas del barco.

Además de los resultados finales satisfactorios, obtenidos en las pruebas, cabe mencionar que a pesar del alto grado de automatismo de los sistemas, resultó fundamental en muchas situaciones la pericia de la tripulación para resolver los casos de emergencias o imprevistos propios de este tipo de pruebas. Esta situación resulta altamente reconfortante porque demuestra el alto grado de compromiso y de profesionalismo  demostrado por todos los niveles jerárquicos de la tripulación.

De las pruebas participaron además de la tripulación del barco, personal de la Armada Argentina del Proyecto Rompehielos Almirante Irizar, directivos y personal del Astillero Tandanor, personal de la empresa ABB proveedora de parte del equipamiento de la propulsión, equipo científico y técnico del Conicet, equipo científico y técnico de la Empresa INVAP, especialista en glaciares, alumnos de institutos y universidades y demás invitados.

En mi caso, la navegación me sirvió para adquirir una experiencia técnica fundamental que no se puede lograr sin estar a bordo y convivir con la tripulación, además me permitió proseguir una capacitación que comenzó en el año 2014 con cursos específicos de los equipamientos de la planta eléctrica y de propulsión instalados a bordo y que se desarrollaron en academias del fabricante de los mismos.

De más está decir que viví una experiencia única, tanto del punto de vista profesional como emocional. Por tal motivo no puedo dejar de agradecer a las autoridades del Barco y del Proyecto por permitirme realizar la experiencia de navegación, por la hospitalidad recibida a bordo de parte de toda la tripulación y la excelente predisposición para que pudiera desarrollar mis tareas técnicas. Me resta felicitar a todos ellos por la tarea desarrollada y los resultados obtenidos.

Una nota saliente, y como sucede afortunadamente en muchos acontecimientos de esta naturaleza, fue la reunión de todos los “tecnológicos”, alumnos, exalumnos y docentes de la UTN, que nos encontrábamos embarcados.

Por último y de manera especial, agradezco a las autoridades de la Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA) y de la Facultad Regional Bahía Blanca de la UTN por permitir y apoyar este tipo de actividades, que sin dudas contribuyen a la formación profesional de nuestros alumnos, al poder trasladarles este tipo de experiencias.

Breve historia

El rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5) (RHAI), perteneciente a la Armada Argentina, fue construido en 1977 en los Astilleros Wärtsilä en Helsinki, Finlandia. El 15 de diciembre de 1978, fue entregado a la República Argentina y recibió el Pabellón Nacional. Desde entonces participó año tras año en el abastecimiento de las bases antárticas, fue base de operaciones de investigaciones científicas y es el buque insignia de la Fuerza Naval Antártica

Al inicio de la guerra de Malvinas tuvo una  participación importante en el transporte de tropas y más tarde como buque hospital.

El martes 10 de abril de 2007 se declaró un incendio en la sala de máquinas a 260 km de Puerto Madryn. El Rompehielos logra llegar a Puerto General Belgrano el 20 de Abril. Dos años después se inician en Tandanor los aprestos para su reparación.

Fuente: http://www.tandanor.com.ar/irizar/index.html

Ficha Técnica:

Eslora (largo)121 m
Manga (ancho)25 m
Velocidad17,2 nudos
Cubiertas12
Autonomía60 días
Helicópteros2 Sea King SH-3D
Propulsión4 motores Diesel MAN: 4.500 kW/750 rpm, cada uno 4 generadores ABB: 5.100 kVA, 3.300 V, 50 Hz, cada uno 2 motores eléctricos ABB: 6.500 kW/200 rpm máxima, cada uno
Alimentación eléctrica de puerto3 moto-generadores MAN: 810 kVA, 400 V, cada uno.
Transporte de pasajeros313
Área de laboratorios415 m2

Algunos números de la obra de reacondicionamiento

Construcción de:Instalación y conexión de:Ubicación de más de:Colocación de más de:
870 Toneladas de acero683 Equipos (nuevos y reparados)76.000 metros de cables31.000 metros de tuberías

Fuente: http://www.tandanor.com.ar/irizar/index.html

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