Graduados de la Facultad en el Exterior
UTECNOTICIAS ENTREVISTÓ A SEBASTIÁN PABLO VALERGA, DE 44 AÑOS, EGRESADO DE INGENIERÍA ELECTRÓNICA DE LA FACULTAD, ACTUALMENTE RADICADO EN EL PAIS VASCO Y DESEMPLÑÁNDOSE EN LA EMPRESA SYNERON-CANDELA S.A.
¿Dónde cursaste los estudios secundarios?
Egresé de la Escuela Nacional de Educación Técnica N°1 el año 1992 de la especialidad en Electrónica.
¿Cómo fue tu paso por la Universidad?
En el año 1993 empecé mi recorrido por la UTN, en la carrera de Ing. Electrónica. Fueron años de crecimiento personal y evidentemente académico, en los cuales me fui preparando para la vida laboral de la mejor manera posible. A lo largo de mi paso por la Facultad, conocí e hice muchos compañeros y amigos que aún conservo: Ariel Fernández, Claudio Armani, Fogel, Adrián Cuesta, Gabriel Perrín, Marcelo Antón, etc. y muchos profesores a los cuales les tengo un gran aprecio, aunque algunos me la hicieron pasar «canutas» como dicen acá en España. De los que más me acuerdo: Néstor Hugo Mata, Banchieri, Alimenti, Iturra.
¿Qué es lo que más recordás de tu carrera universitaria?
Recuerdo mucho el Proyecto Final, porque como las normas mandan, al finalizarlo y aprobarlo, vino el conocido «corte de mechón de pelos al ras». Durante la carrera quise participar de algunas prácticas, pasantías y becas. Realicé unas prácticas/pasantía ad honorem durante un año en Electromedicina del Hospital Penna y ésta me abrió las puertas para poder realizar una beca, ya paga, enla misma especialidad en el Hospital Italiano durante tres años.
¿Cómo fue tu arribo a España?
El año 2002 fue un año muy revuelto porque el 26 de junio rendí el Proyecto Final, y a los pocos meses me casé con Vanesa, arquitecta de la UBA. Al mes nos vinimos a España en busca de un crecimiento profesional y personal. Tenía algunos contactos por acá pero lamentablemente no me pudieron ayudar en mucho.
En relación al por qué de haber venido aquí, fue porque en ese momento la situación laboral en Argentina estaba bastante complicada y por lo que veía en mis compañeros, la mayoría terminaba fuera de Bahía Blanca. También coincidió que había dejado la beca para poder finalizar la carrera, por lo que consideré que era el mejor momento para arriesgar fuera del país. No todo fue color de resas. Al principio, el desarraigo fue duro pero entre dos se hizo un poco más llevadero. Es esa época no comunicábamos desde una cabina de teléfono que teníamos a una cuadra o teníamos que ir a un locutorio. Luego llego internet, Skype, ahora es todo mucho más fácil.
¿Cómo empezaste a trabajar y dónde te desempeñas actualmente?
Debido a mi formación académica y práctica, a los 15 días de llegar a Bilbao, País Vasco, encontré trabajo en una empresa privada de electromedicina, la cual trabaja para la Universidad del País Vasco, reparando el instrumental físico, médico, etc. Allí trabajé hasta el año 2004 y gracias a esa empresa me conocieron en Syneron-Candela S.A., donde me encuentro trabajando hasta el día de hoy. Es una empresa dedicada a láseres de medicina estética y dermatológica.
¿Cómo percibís la situación actual del país?
Nunca dejé de estar al tanto de la situación política y económica Argentina, ya que escucho mucho la radio de allá y hablamos mucho con mis padres. Veo que las cosas van mejorando muy de a poco. Veo mucha inseguridad y corrupción pero creo y espero que esto mejore. Acá tuvimos una situación de crisis financiera entre 2007 y 2012 que se complicó bastante, dejando gente sin trabajo. Los que tenemos la suerte de trabajar, estamos bastante bien.
¿Qué consejo darías a los futuros ingenieros?
A los que están estudiando o acaban de recibirse no sé si aconsejarles, no soy quien. Pero les he expuesto un poco lo que me pasó a mí, si les sirve de ayuda. Lo que se recomendaría es que realicen muchas prácticas, pasantías, becas y todo lo que les dé habilidades laborales, que en mi caso inclinó la balanza.