Nuevas tecnologías y voto electrónico en la Argentina

Nuestro país ha comenzado a evaluar la implementación de sistemas de voto electrónico. Una especialista en el tema, la Lic. Ursula Eyherabide, nos cuenta los aspectos sobresalientes de las experiencias realizadas hasta el momento.

La investigación de distintas experiencias de voto electrónico fue desarrollada durante 2003 y 2004 por la Fundación CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento). Tuvo como objetivo el análisis de uno de los múltiples temas que conforman la agenda de Reforma Política: los sistemas electorales (por sistema electoral se entiende a la traducción de  votos en bancas). Inicialmente, fueron seleccionadas como casos de estudio las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

¿Cómo se incorporan las nuevas tecnologías en el proceso de una elección?
La incorporación de nuevas tecnologías en los procesos electorales supone la modernización de las distintas fases que conforman la organización de éstos, desde la confección de los padrones electorales, el registro de los candidatos y los partidos políticos hasta los procedimientos que se desarrollan el mismo día del comicio, como los de emisión, registro y recuento de los sufragios.

¿Cuántas experiencias se realizaron en Argentina?
Desde el 14 de septiembre de 2003, fecha que coincide con los comicios de renovación de la provincia de Buenos Aires y primer distrito en desarrollar una experiencia con urnas electrónicas, se practicaron más de una docena de pruebas piloto. Estas tenían como objetivo tanto elegir autoridades públicas de gobierno o autoridades de organismos estudiantiles universitarios y escolares; como realizar consultas populares; también se utilizaron como medio para entregar premios o distinciones o, simplemente, como una simulación de un acto electoral con candidatos ficticios.
En general, el objetivo principal de todas esas experiencias era: por un lado, poner en práctica los distintos modelos de urnas electrónicas que se ofrecen actualmente en el mercado y, por el otro, observar cómo respondía la ciudadanía frente a este cambio.

¿Existe más de una forma de realizar estas experiencias?
Sí. La primera distinción que podemos hacer de estos sistemas, es entre voto remoto y voto presencial. Remoto implica que el votante no necesita ir al centro de votación, es decir no  tiene que dirigirse hasta el colegio para emitir su sufragio. Ejemplos de este tipo de dispositivos son el voto a través de Internet, o de telefonía móvil, enviando mensajes de texto (SMS). La primera votación remota de Latinoamérica se llevó adelante en nuestro país, en diciembre del año pasado, en la provincia de Mendoza. Esta es una de las provincias que más ha avanzado en el camino del gobierno digital.

¿Y en cuanto a los sistemas presenciales?
Los sistemas presenciales son aquellos dispositivos que se utilizan en el centro de votación común. Estos a su vez se dividen en dos tipos: sistemas LOV y sistemas RED.
El sistema de LOV (Lectura Óptica del Voto) es el que se utilizó en Venezuela en 1998; hay una boleta, en papel, donde la persona hace sus elecciones, con una lapicera especial; después acerca el papel al lector óptico que lee su opción, y almacena el voto. ¿Qué problema tuvo eso en Venezuela? Las personas no videntes no podían emitir su sufragio y en algunos casos hubo problemas con la lectora óptica.
Los sistemas RED (Registro Electrónico Directo del Voto) utilizan instrumentos electrónicos y/o digitales como herramienta indispensable para la emisión y captura del sufragio. Existen muchas variantes: los que utilizan un teclado numérico para emitir el voto y un microprocesador para habilitar al votante, los que utilizan una pantalla táctil, una tarjeta de banda magnética individual y un puntero láser.

¿Se ha aplicado este sistema en nuestro país?
En la VII Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires se utilizó este sistema. Para dar una idea de cómo se ve físicamente, imaginémoslo como si fuera una licuadora pero sin el vaso, sin la parte de arriba: sólo la parte de abajo.  El votante elige su candidato, después presiona un botón verde que confirma o uno rojo que cancela, y también hay uno blanco por si quiere votar en blanco. Las urnas utilizadas pertenecían a Brasil: por medio de un convenio de cooperación técnica que mantiene con nuestro país, Brasil presta su tecnología, desarrollada por su Tribunal Superior Electoral,  el órgano que se encarga de administrar las elecciones.

¿Qué otras experiencias se pueden rescatar en Argentina?
Para una mejor comprensión de las experiencias nacionales, las hemos dividido en dos secciones, una primera que analiza la práctica del voto electrónico en elecciones generales para cargos públicos electivos (y por lo tanto vinculantes), y una segunda que describe los procesos de aplicación de pruebas piloto en general, algunas de las cuales también han sido vinculantes, pero en esa ocasión para cargos electivos de menor jerarquía: el fin principal era sensibilizar a los electores en el uso y difusión de las nuevas tecnologías.
Las experiencias vinculantes fueron las desarrolladas en la provincia de Buenos Aires (en la VII Sección), y en la provincia de Tierra del Fuego, específicamente en Ushuaia.
Luego tenemos las pruebas que se utilizan para sensibilizar a la población. Un caso de ejemplo fue la elección de atributos de la Reina de la Vendimia en Mendoza. El sistema utilizó computadoras comunes, con una tarjeta de memoria (flash card), en la cual estaba incorporado el software que permitía llevar adelante la elección. Se tapaba todo el teclado y sólo se dejaba la parte de los números, a la derecha. Las computadoras utilizadas quedaban después en los colegios, como parte de una filosofía tendiente a disminuir la brecha digital. Sistemas similares se utilizaron en el Chaco, en Puerto Tirol, y en Colonia Elisa. También se llevaron a cabo varias consultas populares: en la provincia de Buenos Aires tuvimos las de Quequén y Huanguelén, Junín (para la elección de delegados municipales), y Batán. En Misiones también se realizó una consulta popular no vinculante en la ciudad de Montecarlo.

¿Cuáles son los aspectos más sobresalientes de la investigación?
El trabajo que realicé tuvo como finalidad revisar todas las experiencias con voto electrónico celebradas en la Argentina entre septiembre de 2003 y diciembre de 2004. A partir de esta observación electoral, considero que se debe prestar especial atención a tres aspectos fundamentales:
a) El desarrollo de la jornada electoral en los lugares de votación
Los cambios más importantes se observaron en el proceso de fiscalización de los partidos políticos durante el día de votación. En este sentido, a diferencia del sistema tradicional de votación con boletas de papel y confección de actas finales de escrutinio a cargo de las autoridades de mesa, el proceso electoral con voto electrónico elimina estas dos instancias de supervisión. En consecuencia, elimina también el principal motivo para la participación de los fiscales partidarios durante ese día. Sin embargo, resulta conveniente destacar que, con el voto electrónico, los fiscales partidarios tienen una actuación primordial en lo que hace a las etapas previas de la jornada electoral: tanto en la validación del software y en el proceso conocido como “inseminación” del software a las máquinas electrónicas.
Por su parte, las autoridades electorales de mesa también tienen una participación más acotada, limitada a la identificación de los electores (que en su mayoría se efectuó según el sistema tradicional) y con un papel menos activo a la hora del escrutinio y del recuento final de los votos.
En cuanto a los electores, éstos no han tenido grandes inconvenientes en emitir su sufragio sino, por el contrario, considero que se adaptaron con cierta facilidad.

b) La logística empleada para el armado de la experiencia
En general, los distritos que efectuaron comicios con votación electrónica para elegir cargos públicos representativos provinciales y municipales debieron actualizar sus normas electorales para permitir la introducción de las urnas electrónicas.
El personal que actuó como apoyo en estos comicios, denominados “asistentes informáticos” recibió una capacitación previa y su tarea facilitó el sufragio de los ciudadanos. La tarea de los asistentes informáticos hizo posible una elección rápida, sin demoras al frente de la pantalla de la urna. Es importante señalar que estos asistentes deben mantener la neutralidad en el lenguaje con el que se dirigen a los votantes, debido a que la posibilidad de incidir en los resultados del voto es alta.

c) El contexto político para la incorporación del voto electrónico
Las experiencias con voto electrónico para elegir cargos públicos representativos (en la VII Sección de la provincia de Buenos Aires y en Ushuaia) fueron decisiones políticas: pruebas pilotos desarrolladas por los Poderes Ejecutivos, con cierto grado de resistencia por parte de las fuerzas políticas integrantes de la oposición. Este hecho condiciona fuertemente los resultados de las elecciones, ya que siempre existe la sospecha de parcialidad.

¿Qué conclusiones se pueden extraer sobre las experiencias realizadas?
Desde mi punto de vista, para garantizar un buen funcionamiento del voto electrónico es importante una combinación de acciones: a) consenso para el cambio entre las fuerzas políticas, b) convocatoria transparente para la contratación de la empresa que se encargará del escrutinio, c) auditoría externa, d) comprobante físico de papel, y e) una legislación que contemple los delitos informáticos y que complemente a la ley electoral existente. Respetar estos puntos es clave para que el proceso de implementación del voto electrónico en nuestro país sea transparente.

Ursula Eyherabide es Licenciada en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador (USAL). Actualmente se encuentra cursando el Master en Ingeniería de la Innovación de la Universidad de Bologna, en Italia. Es ex investigadora de CIPPEC. En el marco de un proyecto sobre Reformas Políticas Provinciales investigó las experiencias desarrolladas en nuestro país en la implementación de sistemas de voto electrónico.