PARA QUE UNA IDEA INNOVADORA LLEGUE A SER UN NEGOCIO…

El Dr. Ing. Antonio Arciénaga, Gerente del Centro de Gestión de la Innovación dependiente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CGNOVA – CIC) nos cuenta la actividad desarrollada por el Centro desde su reciente creación.

¿Qué es el CGNOVA?

Es una iniciativa de la CIC para tratar de subsanar problemas aún no resueltos en materia de vinculación tecnológica, por parte del sistema académico y científico–tecnológico. Se trata específicamente de un Centro CIC que intentará aportar tanto la investigación de aspectos teóricos subyacentes (valor de un intangible, relación público–privado, gestión del conocimiento, etc.), con cuestiones vinculadas a la gestión de la propia innovación. En otras palabras, puede decirse que la lógica básica de actuación del CGNOVA es de investigación–acción.

¿Cuáles son sus líneas básicas de acción?

El eje central de CGNOVA es el desarrollo de oportunidades de negocio de base tecnológica. Es decir, tomar un desarrollo tecnológico y dotarlo de la información y el conocimiento necesario para que pueda ser objeto de un proyecto de negocios específico, incluyendo a sus posibles socios empresariales para poner en valor dicha oportunidad.

¿Cuáles son las fuentes de las que se nutre el CGNOVA para desarrollar esas oportunidades?

Ciertamente, las fuentes de estas oportunidades no son sólo el sistema científico–tecnológico, sino también las propias empresas con sus proyectos y las Unidades de Vinculación Tecnológica (UVT). Estas tres fuentes proporcionan la cartera de posibles proyectos a desarrollar.

¿Por qué motivos la CIC pone en marcha CGNOVA?

Lo que se puede observar en Argentina es que numerosos desarrollos tecnológicos, encarados mayoritariamente por el sistema científico–tecnológico, no consiguen llegar al mercado o a aplicaciones sociales. La razón básica que visualizamos desde la CIC es que, siguiendo la lógica básica del modelo lineal de innovación (ver recuadro), se ha pensado durante mucho tiempo en nuestro país que la aplicación del conocimiento es un detalle menor en este proceso y se da de forma casi espontánea. Por ende, la problemática de la vinculación se reduce sólo a una lógica de ofertar los conocimientos. Nosotros creemos que se trata de un problema mucho más complejo, que exige inclusive conocimiento adicional. En este sentido, el desarrollo de una oportunidad de negocios de base tecnológica exige cuatro diferentes tipos de conocimientos, generalmente no disponibles en los centros y laboratorios públicos de investigación: a) datos para valorar el mercado de un desarrollo, de forma tal de poder responder cuánto vale un determinado intangible o conocimiento generado; b) datos de los medios y/o mecanismos de apropiación de los potenciales beneficios de una innovación, lo que incluye desde patentes en algún caso hasta activos complementarios necesarios para que un potencial innovador pueda recoger los beneficios de una inversión de naturaleza esencialmente riesgosa, aunque con un riesgo calculado; c) en su caso, la búsqueda de socios para realizar la compra o la transferencia de tecnología; y finalmente, d) hace falta no sólo una negociación sino también alcanzar acuerdos que se reflejen contractualmente, un saber teórico y práctico que no está muy difundido, sobre todo cuando se incluyen complejos acuerdos de confidencialidad y auditorías tecnológicas. Por lo tanto, un desarrollo tecnológico aún debe recorrer un largo camino para transformarse en una verdadera oportunidad de negocios. Una buena parte del conocimiento mencionado no está hoy disponible dentro del sistema científico–tecnológico.

¿Cuál es la actividad realizada por CGNOVA al día de hoy?

Se han relevado inicialmente, oportunidades dentro de los propios centros y laboratorios de la CIC, identificándose unos 24 posibles proyectos. También algunas empresas solicitaron un apoyo de CGNOVA, de forma tal que en la actualidad nos encontramos trabajando sobre ocho oportunidades concretas, dos de las cuales son generadas por empresas, las restantes son propias. Además, estamos tratando de hacer experiencias incorporando capital riesgo en el desarrollo de dichas oportunidades. Se trata de un eslabón faltante, ya que en muchos casos la puesta en valor exige desarrollos ulteriores, que surgen de un adecuado enfoque de la dupla producto–mercado, de forma tal de avanzar hacia el mercado con la fórmula y estrategia más viable. En otro orden de cosas, también estamos desarrollando metodologías que tienen que ver con el sistema de patentes, que como fuente de información tecnológica presta un gran apoyo en numerosas tareas, sobre todo en las primeras etapas de evaluación y protección de una tecnología. Finalmente, tenemos en marcha un sistema de alianzas estratégicas con actores de toda la Provincia de Buenos Aires, entre las cuales merece destacarse la que estamos desarrollando con la Facultad Regional Bahía Blanca de la UTN.

¿El CGNOVA forma parte de un programa más amplio desarrollado por la CIC?

Así es. La acción del CGNOVA se inscribe en el marco de otras actividades de vinculación y aplicación del conocimiento que lleva a cabo la Comisión, tratando de generar sinergias con otras metodologías desarrolladas desde hace dos años: desayunos tecnológicos, encuentros sectoriales, identificación de la oferta tecnológica sectorial y presentación amigable, programa de apoyo a empresas recuperadas, desarrollo de una red provincial de vinculación tecnológica, entre otras. CGNOVA sería un granito de arena en esta dirección, aunque tratando de asociar justamente todos los aspectos de la problemática compleja de la vinculación.

¿Qué es el modelo lineal de innovación? Uno de los modelos más difundidos que explican el proceso innovador es el llamado modelo lineal. Éste contempla la causalidad que va desde la ciencia hasta la tecnología y la representa interpretando el origen de una innovación tecnológica como un proceso secuencial y ordenado que, a partir del conocimiento científico y tras diversas fases (investigación aplicada, desarrollo y producción) comercializa un producto o servicio que puede ser de interés para el consumidor.
Este planteo, que fue el predominante en el período 1950 – 1990 en Argentina, considera que el cambio tecnológico depende fundamentalmente del stock de conocimientos científicos acumulados y que se obtienen a través de la investigación básica.
El modelo presenta una serie de limitaciones importantes, de las cuales se origina la idea falsa de que el proceso de innovación tecnológica debe comenzar de forma obligada por la investigación básica: existen numerosas innovaciones que pueden empezar a desarrollarse aprovechando resultados de investigaciones aplicadas existentes, o de forma más sencilla, a partir de las fases de diseño.
A partir de la segunda mitad de la década de los noventa, en nuestro país comienza a prestarse más atención al papel del mercado en el proceso innovador, es decir, a incorporar en el nuevo producto o servicio aquellas ideas procedentes de la identificación de las necesidades de los propios consumidores. Desde esta perspectiva, el modelo lineal incorpora el mercado como elemento desencadenante del proceso de innovación tecnológica. El modelo lineal del proceso de innovación tecnológica, o market-pull.



Fuente: adaptado de “La gestión de la innovación y la tecnología en las organizaciones” de A. Hidalgo Nuchera, G. León Serrano y J. Pavón Morote