Preocupación por garantizar el funcionamiento de la Facultad
La permanente reducción relativa de la partida para gastos de funcionamiento podría poner en peligro los próximos ciclos lectivos.
Es un hecho indiscutido que la educación universitaria en general, y la Facultad en particular, ha recibido importantes incrementos presupuestarios durante los últimos años. En efecto, partidas para infraestructura que han permitido la sustanciación de obras importantes, aumentos salariales que otorgaron dignidad a los salarios docentes, programas especiales como el PROMEI que permitieron adquirir y modernizar equipamientos, incorporar nuevos investigadores con dedicaciones exclusivas, crear nuevos grupos de investigación, etc.
Sin embargo, hay un aspecto presupuestario que afecta con algunos matices al sistema universitario público y que consiste en tener la casi totalidad de los presupuestos de las Universidades Nacionales (en especial de las consideradas “grandes”) afectados en su mayor parte al pago de salarios, fenómeno que generalmente es percibido en soledad por quienes conducen las casas de altos estudios y tienen a su cargo la difícil tarea de garantizar el dictado de clases diariamente. Este aspecto se conoce en el ambiente administrativo como “Otros Gastos”, que traducido significa el dinero necesario para pagar servicios como energía, gas, agua, telefonía, internet, seguridad, contratos, etc. y otros aspectos del funcionamiento, como mantenimiento y reparaciones del parque informático y de ascensores, edificios, muebles, equipos, compra de insumos (oficinas, limpieza), etc.
Algunos de estos gastos se han incrementado pasivamente en función de la inflación, pero otros han sufrido además saltos impensados, originados por ejemplo por la migración masiva de teléfonos fijos a celulares o la contratación de agentes de seguridad, cámaras y alarmas debido a los hurtos y robos cada vez más frecuentes, aspectos éstos que nunca son considerados a la hora de analizar el otorgamiento de las partidas necesarias para afrontarlos.
Para mostrar numéricamente este fenómeno, la Secretaría Administrativa ha confeccionado información contable que presenta con claridad la situación en cuanto a lo que la Facultad ha recibido en los últimos años por parte del Tesoro Nacional para funcionar.
En la tabla y el gráfico se muestran las cifras netas recibidas desde el año 2003 al presente para el pago de salarios a los agentes docentes y no docentes. Se observa que en ese período el monto aumentó aproximadamente diez veces debido a las recomposiciones salariales. También se muestra la evolución de lo recibido para funcionamiento: en valores absolutos, sólo se ha incrementado durante el período mencionado en unas tres veces. Puede verse que la relación existente entre los dos parámetros –pago de salarios y gastos de funcionamiento- ha manifestado una declinación porcentual constante, pasando de casi el 9% en 2003 a 0,35% en 2011. Muy lejos de lo que la legislación nacional señala como «el ideal» para el reparto presupuestario en las universidades, esto es, un 85 por ciento para salarios y un 15 por ciento para funcionamiento.
Año | 1. Percibido para pago de salarios (millones de Pesos) | 2. Percibido para funcionamiento (Pesos) | 3. % de Col. 2 a Col. 1 |
2003 | 2,9 | 246.003 | 8,78 |
2004 | 3,031 | 220.600 | 7,27 |
2005 | 4,8 | 232.600 | 4,84 |
2006 | 7,56 | 280.000 | 3,7 |
2007 | 10,8 | 238.000 | 2,2 |
2008 | 15,9 | 252.000 | 0,9 |
2009 | 20,083 | 481.000 | 0,35 |
2010 | 24,49 | 698.000 | 0,3 |
2011 | 29,93 | 750.000 | 0,35 |
Cifras de la Contribución del Tesoro Nacional (CTN)
Es obvio mencionar que el aumento acumulativo de los precios en todos estos años, sumado a los aspectos positivos producidos por los hechos relatados en el primer párrafo, es decir crecimiento con calidad, han incrementado notablemente los gastos diarios de funcionamiento originados por una población estudiantil cercana a los 2.000 alumnos, 400 docentes y 150 no docentes que circulan diariamente por las instalaciones.
Así, año tras año, la diferencia entre las cada vez más exiguas cifras relativas recibidas para funcionar y lo realmente gastado para tener abiertas las puertas de la Facultad debido al incremento de los costos, ha sido suplida con Producidos Propios provenientes de las actividades de Extensión (cursos a la comunidad) y de Investigación (asesorías científicas) en montos de magnitud similar a los recibidos como contribución del Tesoro Nacional. Sin embargo, debido a condiciones externas y la capacidad del entorno en que se encuentra inserta la Facultad, estos producidos han ingresado en una meseta y comienzan a percibirse con un declive porcentual. Resulta a todas luces muy peligroso basar buena parte de los costos de funcionamiento en fondos que no son garantizables hacia delante en forma sustentable.
Esta situación lleva a pensar que difícilmente sea posible asegurar a futuro el funcionamiento (entiéndase que de mínima) en caso de persistir la tendencia. Aún así, el presupuesto universitario elaborado por el Poder Ejecutivo para 2012, consiste en el mismo que este año más los aumentos salariales. Resulta entonces preocupante que de no mediar una recomposición de las partidas para Otros Gastos, la colisión con la realidad pudiera ser una cuestión de tiempo.
Dr. Liberto Ercoli,
Decano
Mg. Carlos Vera,
Secretario Administrativo