Una experiencia en alta competición
El Ing. Mecánico Rafael Croceri, graduado de nuestra Facultad, es Jefe de taller del equipo Honda que compite en forma oficial en el Campeonato Argentino de TC 2000 con cuatro autos Honda Civic, e Ingeniero de Pista del que conduce José María «Pechito» López. En esta oportunidad, nos cuenta su primera experiencia en el circuito de Adria, Italia, en el competitivo mundo de la categoría FIA GT.
La Ferrarí piloteada por la dupla argentina, el circuito de Adria y «Pechito» López y Rafael Croceri en Venecia.
El viaje comenzó el martes 17 de junio; compartiendo la comitiva con Croceri se encontraban también Carlos García Remohi (presidente de la Comisión Deportiva Automovilística del ACA), Carlos Alberto Legnani, Esteban Tuero y José María López.
La primera actividad al llegar a Adria, en la región italiana del Véneto, consistió en ir al circuito para ver el auto y cumplir con los trámites administrativos de inscripción en la carrera. “La impresión que tuve al conocer la pista e instalaciones fue inmejorable: es sorprendente cómo está todo pensado para trabajar cómodamente, las instalaciones cuidadas e impecables, el respeto por el orden… Pero mayor fue mi sorpresa cuando hablando con la gente del equipo me contaron que Adria es un autódromo promedio y que en Europa los hay más grandes, cómodos y mejores”.
Croceri relata que con respecto al auto de carreras “no se decepcionó”, pero que en Argentina estamos habituados a ver autos muy bien diseñados y con gran tecnología (al menos en TC 2000, categoría en la que trabaja). En ese aspecto tenemos “poco para envidiar”.
En el momento de la inscripción a la competencia, el grupo tuvo un inconveniente: el casco de José María López no tenía la calcomanía que probaba que el mismo cumplía con una de las últimas reglamentaciones de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con respecto a seguridad. “Debido a esto sucedió algo que me sorprendió, ya que el comisario no se ‘ablandaba’ ante nuestras explicaciones de que el casco había sido utilizado hasta el año pasado en Fórmula 1 y que el mismo fue entregado por el equipo Renault de dicha categoría. Lamentablemente si esta situación se hubiera producido en nuestro país, lo más probable es que hubieran permitido su utilización con la promesa de que la próxima vez el problema estaría resuelto”.
En virtud de este imprevisto, debieron viajar a Modena, donde localizaron al representante de la marca del casco. Allí hicieron unas pruebas sobre el elemento, las que determinaron que cumplía con la reglamentación. “Ya con el casco y su calcomanía volvimos al circuito, donde completamos los trámites sin más inconvenientes”.
El jueves 19 volvieron a la pista para reunirse con el resto del equipo y preparar la estrategia de carrera. Tuero y “Pechito“ López practicaron el cambio de pilotos y con ellos Croceri recorrió la pista para reconocer todos sus detalles.
El viernes comenzó la actividad. “Sin una tarea específica, me dediqué a recorrer los boxes mirando todo lo posible, a ayudar al equipo en lo necesario y estar atento a las necesidades de Esteban y José María. Llamó mi atención que todo está programado y no hay lugar a improvisaciones. Hay horario para trabajar, para comer, para descansar, y todo se cumple a la perfección”.
El sábado a la noche tuvo lugar la carrera. “Yo la viví desde el box; sólo personal autorizado tiene permitido estar en la calle de boxes, ya que es una zona de trabajo peligrosa”. La dupla López – Tuero, a bordo del Ferrari 550, logró la posición 14, mientras que el primer puesto fue para los pilotos Gollin – Hezemans, de la escudería ¿…?
El domingo fue un día para descansar y pasear un poco por Venecia, hasta el regreso en avión al día siguiente. Como corolario de su experiencia, Croceri agregó: “Estoy profundamente agradecido a José María López por la invitación a acompañarlo en este viaje”.