Visitas de alumnos de la Facultad al ARA Almirante Irizar.
Gestionadas por el Capitán de Corbeta Leonardo Martín Debernardi, pudieron visitar el buque que se encontraba en la fase final de reparaciones en el dique seco de Puerto Belgrano.
Debernardi se desempeña como Jefe de la División Máquinas del Proyecto de Reparación y Modernización del Rompehielos “ARA Almirante Irizar”, además de ser alumno de ingeniería mecánica de la Facultad y se encuentra a punto de recibirse.
Utec Noticias entrevisto a Leonardo, donde nos contó su experiencia y detalle técnicos relacionados con la reparación
¿Cuál es tu función en el proceso de reparación del Rompehielos Almirante Irizar?
Como Jefe de la división máquinas del proyecto, mi función es la de inspeccionar todas las tareas de reparación que realiza el Taller Naval Dársena Norte (TANDANOR) a bordo del buque y a su vez colaborar con la toma de decisiones para diseñar, dimensionar y seleccionar los sistemas y equipos que se reemplazan en la modernización.
¿ Cuando comenzaron las reparaciones?
El 10 de abril de 2007 ocurrió el siniestro. En noviembre del mismo año, la empresa STX Europa, que es el astillero de origen en Finlandia, realizó la evaluación de daños y elaboró el anteproyecto para la reparación. En agosto de 2008 se tomó la decisión de repararlo en TANDANOR, para lo cual se remolcó el buque desde Puerto Belgrano, donde se encontraba amarrado para finalmente, el 15 de septiembre de 2009, firmarse el contrato entre la Armada Argentina y TANDANOR para la reparación y modernización del rompehielos.
¿En que consistieron estas reparaciones?
Para empezar, se realizaron tareas de desguace del hierro afectado por las altas temperaturas del siniestro. En conjunto con el astillero de origen, se inspeccionó el estado del casco, el cual quedó perfecto, sin deformaciones. Luego hubo que construir módulos estructurales en el taller, para montarlos en el buque utilizando grúas flotantes, pero previamente habiendo instalado los motores y grandes equipos. Se modificó y reemplazó totalmente la planta propulsora y equipos auxiliares, así como también todo lo inherente a seguridad náutica, comunicaciones y salvaguarda de la vida en el mar, resultando en un buque de última tecnología en un 90%.
¿Qué pruebas se le hicieron y cuáles faltan?
Al momento se realizaron las pruebas de aceptación (FAT), que verifican que el sistema que se recibió funciona y lo hace de acuerdo con las especificaciones. Éstas se realizan de acuerdo con protocolos específicos del producto en las fábricas de origen, la mayoría procedentes desde el exterior. Actualmente se están llevando a cabo las pruebas de puerto (HAT), que consiste en el testeo de los equipos con el buque amarrado. Estos testeos se encuentran completados en un 80%; adeudándose solamente las pruebas de mar (SAT), que se realizan con el buque navegando en altamar. Por último, cuando todas estas pruebas se concreten, se realizarán en la Antártida las pruebas de hielo, donde se impactará contra hielo de espesores variables (entre 1 y 6 metros) durante la navegación en forma continua y con velocidad. Ésta es la prueba más exigente.
Además, durante julio de este año, se realizaron trabajos de carena básica, se recorrieron las válvulas del casco, tomas de agua de mar y se reemplazaron los ánodos de sacrificio en el dique seco de la Base Naval de Puerto Belgrano.
¿Cuándo estará listo para ir a la Antártida?
La idea de Tandanor es terminar el barco para el 30 de noviembre de este año y zarpar a la Antártida para la prueba de hielo.