Programa IAESTE: Un paso más hacia la internacionalización de la facultad

Los profesionales actuales necesitan tener un enfoque que exceda lo local, ya que los problemas a los que deben enfrentarse son globales. Con esta visión, la Facultad ha comenzado unos años atrás un proceso de internacionalización para que sus alumnos, graduados, docentes investigadores y personal de apoyo puedan intercambiar conocimientos, experiencias y culturas de modo de poder mejorar en sus actividades e igualarlas a realidades exitosas en otras partes del mundo.

A través del programa IAESTE (International Association for the Exchange of Students for Technical Experience) durante agosto y septiembre pasados la UTN – FRBB recibió a cuatro estudiantes extranjeros: Eduardo Augusto da Silva Albertoni (Brasil), Jorge Alberto Hurtado Díaz (Méjico), Marcos Paulo Macedo do Nascimento (Brasil), y Stefanos Kostopoulos (Grecia). Próximos a graduarse en sus carreras de ingeniería, estos jóvenes que se desempeñaron en distintos grupos de estudio de la Facultad nos cuentan sus vivencias durante su estadía en Argentina y sobre las diferencias y similitudes que encontraron con sus países.

Utec: ¿Cómo decidieron venir a Bahía Blanca?

Eduardo: Para explicar un poco esto debemos comentar cómo funciona el programa por el cual estamos aquí. IAESTE es un programa de intercambio mundial para estudiantes vinculados a carreras tecnológicas. Se encuentra presente en más de 70 países del mundo y participan en él numerosas empresas, universidades y organizaciones. Al momento de postularse, por los meses de septiembre y octubre del año pasado,  cada aspirante debía elegir entre sus cinco países de preferencia para realizar la experiencia. Cuando los administradores del programa se reúnen una vez por año para intercambiar solicitudes de estudiantes y vacantes de estudio, trabajo, etc., de las negociaciones puede resultar que salgan oportunidades en los países escogidos o en cualquier otro que tenga participación. Entonces, en marzo llegaron las ofertas donde constaba el lugar, la organización, el tipo de actividad a realizar, el tiempo de estadía y demás información. Cada postulante tiene el derecho de aceptar o rechazar la misma. A nosotros nos fue ofrecida la UTN, en Bahía Blanca, aceptamos y por eso estamos  aquí.

¿Se cumplieron las expectativas que tenían al realizar este programa?

Jorge: Nos hubiera gustado que el trabajo que teníamos que hacer en los grupos de estudio estuviera vinculado al desarrollo de algún proyecto ya planificado. De todas formas íbamos trabajando, colaborando día a día con las actividades que los grupos necesitaban realizar. También es cierto que es difícil programar la participación en un proyecto para alguien que viene sólo por dos meses, porque en ese corto tiempo, tiene que aprender de qué trata el mismo, luego tiene que aprender su tarea y por último concluirla, cuestión que es casi imposible para un plazo tan breve, sumando dificultades como el aprendizaje del idioma y la cultura.
Algo muy positivo fue que hicimos visitas a empresas. Realizamos un viaje a la localidad de Puerto Madryn, donde conocimos las empresas Aluar Aluminio Argentino, el único productor de aluminio primario en Argentina, e Infa que es una empresa industrial, dedicada a la ingeniería, construcción y montajes industriales.

¿Conocieron algún otro lugar además de Puerto Madryn?

Jorge: Gracias a la Facultad hicimos varios viajes por distintas provincias del país, de modo que aprovechamos para conocer bastante. Estuvimos en Mendoza. Rosario, Santa Fe y Buenos Aires. Paseamos mucho y en las ciudades donde había sedes regionales de la UTN aprovechamos para conocerlas un poco.

¿Qué percepción se llevan de la cultura argentina y de su gente?

Stefanos: En mi caso que soy de Grecia, encontré muchas cosas en común con mi cultura y algunas diferentes. Por ejemplo, cuando conoces a alguien aquí generalmente le das un beso en la mejilla la primera vez. En Grecia no acostumbramos a besarnos, y si lo hacemos no podemos dar un solo beso, sino que debemos dar dos. Los horarios a los cuales se almuerza y se cena también son diferentes, pero más allá de esas pequeñas cosas creo que las personas son más o menos iguales.
Eduardo: Brasil y Argentina son países cercanos y la cultura es bastante similar. Me gustó el mate que es todo un ritual, el asado, el vino, el fernet en especial porque en Brasil tenemos pero no es tan bueno, las cosas que son más regionales. Encontré diferencias con los horarios, las tiendas suelen abrir hasta más tarde pero permanecen cerradas durante el horario de la siesta.

¿Qué diferencias ven con el sistema educativo de sus Universidades?

Jorge: En mi Universidad no tenemos finales pero los cursos son más largos porque implican 8 horas de clase por día. Tenemos más práctica que aquí, 12 horas prácticas a la semana. Cada materia tiene su laboratorio. La duración de la carrera es similar, son cuatro años y medio más seis meses de residencia práctica profesional. La práctica puede realizarse en una empresa o en grupos de estudio en universidades, o sea que es lo que estoy haciendo justamente ahora. Mi carrera es Ingeniería Electrónica y estoy enfocado en lo que es control.
Stefanos: En Grecia es muy distinto, la carrera dura cinco años también pero tenemos sólo universidades públicas, la comida y todo lo necesario para estudiar lo brinda el estado, no debemos pagar ningún arancel. Las clases no son obligatorias. He observado que ustedes tienen universidades públicas pero también hay muchas privadas.

¿Trabajaron mientras estudiaban en sus países?

Stefanos: Yo trabajé como mozo para ganar un poco de plata para mis gastos. Es común que los estudiantes universitarios realicen este tipo de actividades.
Jorge: En Méjico poseo una tienda de ropa, me dedico a administrarla y con eso gano dinero para cubrir los costos de la universidad, esparcimiento, etc.

¿Cómo los han tratado aquí?¿Cómo se han sentido?

Marcos: Todos nos hemos sentido muy bien. Salimos varias veces a bailar a los boliches de la ciudad, fuimos a comer asados, hicimos algunas comidas típicas de nuestros países para agasajar a los argentinos…

¿Hicieron amigos acá, buenas relaciones como para seguir en contacto?

Jorge: Sí, hicimos muchos amigos, con los que esperamos mantener el contacto. Hoy en día páginas como Facebook ayudan mucho para eso.

Por último, ¿desean realizar algún comentario?

Stefanos: Quiero decir que Argentina es un país realmente lindo, uno de los más hermosos que yo he conocido y que los argentinos son personas muy pero muy amables y con la mente muy abierta.
Jorge: En Méjico se hacen chistes sobre los argentinos diciendo que son personas egocéntricas y agrandadas, pero luego de esta experiencia me llevo una impresión totalmente distinta.
Marcos / Eduardo: Muchas veces se plantea una rivalidad entre argentinos y brasileros, pero para nosotros es algo que tiene que ver más con el fútbol, en el resto de los aspectos nos sentimos como pueblos hermanos.

Ámbitos de trabajo
Los pasantes desarrollaron sus proyectos en el Grupo de Estudios de Materiales (GEMAT),
el Grupo de Estudios en Ingeniería Ambiental (GEIA) y el Grupo de Investigación y
Desarrollo en Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (SITIC).

Lo más destacado

Eduardo: Lo más positivo de la experiencia fue la posibilidad de ver un punto de vista distinto sobre las cosas del que tenemos en mi país y además la oportunidad de conocer personas y tener contacto con el idioma y la cultura local.

Marcos: Lo mejor fue conocer a los argentinos y su cultura. También tuve la oportunidad de mejorar los conocimientos sobre mi carrera.

Jorge: Tuvimos la oportunidad de conocer una gran cantidad de personas que nos trataron muy bien, y nos brindaron una estadía muy confortable.
También por parte de la universidad se nos brindó la oportunidad de conocer otras ciudades del país tales como Santa Fe, Mendoza y Puerto Madryn. 
La convivencia con los demás becarios y estudiantes de la universidad fue de lo mejor, además de que aprendí una gran cantidad de cosas acerca de la cultura argentina.

Stefanos: Toda la experiencia valió la pena. Es por lejos lo mejor que he hecho en mi vida, por el hecho de que las personas fueron increíblemente amigables con nosotros. Los menores aspectos negativos no pueden afectar de ninguna manera los aspectos positivos que fueron mucho más importantes. Definitivamente me gustaría recomendar a otros que vengan a Argentina por el programa IAESTE sin tener que pensarlo dos veces. Estoy muy agradecido por todo.

Estas visitas tuvieron su reciprocidad para los alumnos de nuestra Facultad.
En la próxima edición contaremos las vivencias de  cuatro estudiantes locales
que cruzaron  las fronteras del país para desempeñarse  profesionalmente. Ellos son:
Andrés Andreani  (LOI) – Destino: Brasil.
Emiliano Dinius (Ing. Civil) – Destino: Brasil.
Diego Evangelisti (Ing. Electrónica) – Destino: Grecia.
Juan Moriggia (Ing. Electrónica) – Destino: México.