“GENERAR INNOVACIÓN ES UNA TAREA INDELEGABLE DEL ESTADO”

En diálogo con UtecNoticias el Lic. Esteban Cassin describió el desarrollo de los polos tecnológicos en el país y reflexionó acerca de las actividades de innovación y su relación con la academia, el Estado y el sector productivo.
Lic. Esteban Cassin

El Lic. Cassin es coordinador del Programa Especial Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos, de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (SETCIP). Brindó una charla en la Facultad el 11 de agosto sobre los instrumentos disponibles para la financiación de proyectos innovadores, y además se reunió con las comisiones del Polo Tecnológico Bahía Blanca, con el objetivo de brindar asesoramiento para el avance de este proyecto.

¿Cómo surgió el tema de los parques y polos tecnológicos en nuestro país?

Hace unos diez años cuando un grupo de instituciones científicas y tecnológicas decidió conformar una red -en principio no se sabía bien qué era-. El objetivo: mejorar el uso de los recursos, que los investigadores se complementaran un poco, ya que todas las instituciones estaban ubicadas en la misma zona geográfica y existía esa oportunidad. Eran el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el CITEFA (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas), la Universidad de San Martín y el SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino). Así surgió la idea de hacer un polo tecnológico. Cada institución acercó algún recurso humano, -yo representé a algunas de ellas- y a partir de ahí empezamos a trabajar en la idea de montar uno.

¿De qué se trata este tipo de emprendimientos?

Es un grupo de instituciones que se reúnen, que tienen como meta generar un mecanismo que pueda transferir tecnología y conocimientos al sector productivo para que éste mejore su competitividad y sus posibilidades de exportar, que genere más empleo, más riqueza, que los talentos no se vayan del lugar, que la investigación y la ciencia que se hacen en la academia no queden ahí encerradas sino que se vinculen con el medio. El proceso fue relativamente parecido a lo que se quiere hacer en Bahía Blanca, con objetivos en cierto modo similares.
Y al iniciar ese camino, por un lado empezamos a encontrar otros proyectos que estaban en etapas parecidas, y con el correr del tiempo se fueron sumando otros. Y en ese compartir se crearon dos instituciones, la Federación Bonaerense de Parques y Polos Tecnológicos, que obviamente reúne a estos proyectos de la provincia de Buenos Aires, y la Asociación Nacional de Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos, que tiene una representación de todo el país. Nuestro proyecto, el Polo Tecnológico Constituyentes, forma parte de los dos desarrollos.

¿Cómo ha sido el desarrollo de los parques y polos en Argentina?

A partir de los años 1999 y 2000 se empezó a dar un proceso permanente de rápido crecimiento de estos instrumentos: incubadoras, parques y polos. En principio, en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba; ahora hay proyectos prácticamente en todo el país. Existen alrededor de 70 proyectos en total, de diverso grado de desarrollo, la mayoría muy incipiente –comenzaron en 2002, 2003, 2004 –.

¿Existe sostén financiero para estos emprendimientos?

Paralelamente a este desarrollo, la SETCIP lanzó en el año 2001 un pequeño y primer programa de apoyo financiero a polos e incubadoras de empresas. En 2002 lo repitió, y de ahí surgieron 11 proyectos que han sido financiados. Después en 2002-2003 se hizo una convocatoria en la que se financiaron 7 proyectos más, y otra en el año 2004 donde se financiaron 3 proyectos. Y una última convocatoria que está terminando ahora, donde se aprobaron unos 25 proyectos más o menos.
De esta manera, desde 2001 hasta acá ha habido sin interrupción dinero para financiar incubadoras y parques y de los aproximadamente 70 proyectos que hay en el país, la mitad más o menos los financia la SETCIP a través del FONTAR (Fondo Tecnológico Argentino). No financia el 100% del proyecto, a veces ni siquiera el 50%, pero forma parte de las entidades que financia.

¿Cómo funciona el programa de la SETCIP?

Este es uno de los 7 programas estratégicos que lleva adelante la Secretaría. Los otros son sobre “Tecnologías de la información y las comunicaciones”, “Producción y sanidad agropecuaria”, “Competitividad productiva”, “Salud”, “Calidad de vida y desarrollo social”, y “Recursos renovables y no renovables”.
Las 7 líneas se manejan de una manera bastante similar: identificamos proyectos que pueden ser interesantes o importantes, los presentamos al programa, les damos por lo general apoyo económico para formular el proyecto, y después tratamos de utilizar alguna línea existente del FONTAR para financiarlos. En el caso nuestro, está la línea especial para financiar las incubadoras y parques. También intentamos articular esos proyectos con otros que ya están funcionando.

¿Qué ejemplos de incubadoras, parques o polos podrían destacarse?

Hay alrededor de 70 proyectos, de los cuales la mitad más o menos funcionan, porque el resto están recién iniciándose; como emblemáticos nosotros siempre nombramos a los primeros, que fueron la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Luján, con sus respectivas incubadoras. Ahora ambas están tratando de desarrollar sus parques tecnológicos, en sus zonas de influencia.
Además en la última etapa han surgido dos o tres proyectos muy interesantes. Uno es en Misiones, promovido por el gobierno provincial, el INTA, la Universidad Nacional de Misiones, la Cámara Yerbatera y otros. Es un parque binacional, porque trabaja junto con un parque tecnológico en Pato Branco, en el estado de Paraná en Brasil.
También está el Parque Tecnológico de Mendoza: se trata de un grupo de empresas que se unieron para llevar adelante un parque tecnológico. Si bien están vinculadas con otras instituciones (universidades, gobierno), es fundamentalmente un proyecto promovido por el sector empresarial.

Cada uno con características muy particulares…

Sí, por otro lado por ejemplo hay una serie de parques industriales/tecnológicos. Nacieron como industriales pero están tratando de convertirse o tienen algunas características de tecnológicos, como la Cantábrica, en Morón, el de aquí de Bahía Blanca, o el de Quilmes.
Después hay 2 incubadoras muy interesantes en la ciudad de Buenos Aires, ambas del gobierno, cien por ciento públicas: Baitec, que es una incubadora de base tecnológica, y otra que es IncuBA, dependiente del Centro Metropolitano de Diseño, que funciona principalmente para empresas del sector de turismo, diseño, moda y demás, muy interesante. Modelos muy diferentes pero públicos ambos.

¿Cuál es el escenario en nuestra ciudad?

En Bahía Blanca en particular tenemos el Parque Industrial, municipal, que está funcionando hace mucho tiempo; un proyecto de incubadora que está tratando de llevar adelante la Zona Franca, que tiene subsidio de la línea de ANR (Aportes no Reembolsables del FONTAR), y un Parque Industrial para el sector del plástico con finalidad de generar material para la industria de la salud. Este es promovido por APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios) y el Sindicato de Industrias Químicas, también con vinculación con el gobierno municipal y con las universidades, y que también tiene apoyo del FONTAR para hacer la planificación.
Es decir que en Bahía Blanca tenemos ya un proyecto funcionando, otros dos en una etapa de formulación con cierto apoyo, y el surgimiento del Polo Tecnológico Bahía Blanca (PTBB), que tiene algunos aspectos diferentes pero que reúne una multiplicidad de actores tal que tendría tal vez la capacidad de orientar un poco todos esos procesos localizados de innovación tecnológica.

¿Existe una superposición entre todos estos emprendimientos locales que mencionabas?

No veo superposición, lo que no quiere decir necesariamente que haya coordinación. Yo creo que justamente el rol de un gobierno, de un municipio, o del PTBB, podría ser ese: coordinar y darle un poco más de sentido a diversas acciones. Hay muchas ciudades o regiones que tienen una agencia de desarrollo local, o un polo tecnológico que incluyen una multiplicidad de instalaciones: una incubadora de empresas de software, una de tecnología, un campus universitario, un parque tecnológico en sentido estricto, tres parques industriales. Pero hay alguien que debe tratar de coordinar mínimamente y darle sentido y coherencia a esas iniciativas. Yo creo que eso sería necesario, para aprovechar mejor los recursos. Especializar algunas cosas, que no se superpongan, que no compitan, creo que eso sería lo lógico.

¿Cuál sería el plazo promedio o estimado de puesta en marcha?

Son proyectos de largo plazo, porque implican cambios enormes a nivel urbanístico, de la gestión local, de los recursos y de la mentalidad. Eso no quiere decir que en lo inmediato no tengan concreciones que den visibilidad y beneficios concretos a sus actores: centros de capacitación, rondas de negocios, ferias internacionales, centros de servicios, centros de apoyo, etc. Un parque o polo tecnológico es un proyecto a futuro pero que tiene que tener realizaciones concretas. El tema es saber coordinar ambas.

¿Qué responsabilidades le caben al Estado en estos desarrollos?

Nosotros estamos convencidos de que el estado nacional, provincial y municipal debe tener un rol fundamental, irreemplazable, en la promoción de la innovación. Cómo lo haga, no importa. Puede ser con dinero directamente, a través de empresas, de incubadoras, del CONICET, no importa. Pero así como el estado nacional en el año ‘30 educaba o en el año ‘50 daba trabajo, ahora tiene que generar innovación. Es una función indelegable, porque no hay otro que lo haga por sí mismo. Sí, las empresas hacen sus cosas, y los centros tecnológicos, las suyas; pero que eso se transforme y cambie un panorama social y económico es poco probable. Entonces hay que poner mucho más. Es muy difícil que los procesos innovativos se den espontáneamente.

Foto: Lic. Esteban Cassin

¿Qué es el Polo Tecnológico Bahía Blanca? El ente promotor del PTBB nació a partir de una convocatoria realizada a distintas instituciones y empresas por el gobierno municipal de Bahía Blanca en febrero de 2004.
Actualmente trabaja en dos comisiones: una cuya función es delinear el perfil y estatutos del Polo y otra dedicada a promocionar el desarrollo del software y la electrónica como una actividad inicial del futuro Polo.
El ente es integrado por la Municipalidad de Bahía Blanca, la UTN-FRBB, la Universidad Nacional del Sur, APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios) Delegación Bahía Blanca, Cámara Informática del Sur, Corporación del Comercio, Industria y Servicios de Bahía Blanca, CRIBABB (Centro Regional de Investigaciones Básicas y Aplicadas de Bahía Blanca), Ente Zona Franca, PLAPIQUI (Planta Piloto de Ingeniería Química), FUNDASUR (Fundación del Sur para el Desarrollo Tecnológico), y Unión Industrial de Bahía Blanca.

http://www.bahiablanca.gov.ar/empresario/polotec.html