¿Hay alternativas al agotamiento de los recursos energéticos?

El siglo XX se caracterizó por avances tecnológicos que dieron lugar al consumo y la dispersión de grandes cantidades de recursos minerales, que generaron consecuencias ambientales como el calentamiento global y cambios climáticos. Por ello es de vital importancia optimizar el crecimiento de energías renovables

Los combustibles fósiles constituyen hoy uno de los pilares fundamentales para el desarrollo tecnológico de un país. El siglo XX se caracterizó por las enormes avances tecnológicos que dieron lugar al consumo y la dispersión de enormes cantidades de recursos minerales que originalmente estaban localizados en depósitos naturales, caso típico de las alteraciones del ciclo biogeoquímico del carbono, con las consecuencias ambientales resultantes, relacionadas al calentamiento global y al cambio climático.

La utilización de los combustibles tradicionales impulsó las economías de países industrializados, pero puso en evidencia el problema de la escasez de recursos no renovables. La posibilidad concreta del agotamiento de estos recursos energéticos y el deterioro ambiental genera incertidumbre y preocupación, tanto a nivel global, como local. Tal es el caso de Argentina donde el horizonte de disponibilidad de reservas comprobadas de combustibles hidrocarburíferos es escaso.

El crecimiento de la demanda de energía puede moderarse mediante técnicas que permitan un uso eficiente. Paralelamente, la matriz energética tradicional, puede y debe modificarse incluyendo un mayor aporte de energías provenientes de recursos inagotables.

Como respuesta a este planteamiento, los esfuerzos por optimizar el rendimiento energético y el crecimiento de las energías renovables en el mundo en general, y la Argentina en particular, son de innegable importancia.

En nuestro país, la Ley 26190 promulgada a principios del año 2007 establece como objetivo lograr una contribución adicional de las fuentes de energía renovables hasta alcanzar el 8% del consumo de energía eléctrica nacional, en un plazo de 10 años.

Actualmente, se están licitando 754 MW de energía eólica. Asimismo, hay proyectos de más de 2000 MW en proceso, lo que marca un evolución muy importante de la energía eólica en el país.

Si bien el aprovechamiento de energía solar tiene una tasa de crecimiento menor, dadas las dificultades técnicas y altos costos que conllevan la construcción de plantas de gran potencia, el uso de instalaciones solares para pequeñas comunidades muestra un marcado aumento.

Lograr un mejor rendimiento en el consumo y una evolución positiva en la capacidad instalada de energías no convencionales requiere contar con profesionales calificados en condiciones de proyectar, construir, controlar y mantener sistemas de aprovechamiento energético basados en energías renovables y, paralelamente, diseñar sistemas y procesos que permitan un uso racional de la energía disponible.

Es así, que existe hoy un amplio campo para el desarrollo profesional en estas áreas que, con características multidisciplinares, implica contar con conocimientos de electricidad, mecánica, química y electrónica, por citar algunas ramas de la tecnología relacionadas con la temática.

No obstante la importancia que implica para el país contar con profesionales altamente capacitados, la oferta de carreras de pregrado, grado, y posgrado en energías renovables sigue siendo escasa.

Con excepción de algunas pocas Universidades, como la Universidad Nacional de Salta que dispone de Licenciatura, Especialización, Maestría y Doctorado en Energías Renovables o la Universidad Tecnológica Nacional con una Maestría en Energías Renovables, por citar dos ejemplos, y algunas escuelas técnicas, el sistema educativo no cuenta con demasiadas opciones para ofrecer a aquellos interesados en un desarrollo profesional que los sitúe en mejores condiciones para ser partícipes centrales en una revolución en el campo de la energía que ya comienza a concretarse.

Un punto a tener en cuenta para que el Estado invierta en la formación de recursos humanos que le serán imprescindibles en un futuro cercano.

Mg. Ing. Eduardo Guillermo
Secretario de Ciencia y Tecnología UTN-FRBB