Los resultados de la Autoevaluación Institucional (I)

Con la Resolución aprobatoria N° 398 del Consejo Académico de fecha 12/7/00, ha finalizado la primera autoevaluación integral de la FR realizada por la Comisión Local de Autoevaluación. A partir de este número, incluiremos progresivamente las matrices analíticas con los juicios valorativos de las distintas funciones , comenzando por la Investigación.
La valoración de la Función Investigación

Las actividades de investigación comenzaron en nuestra Facultad en 1979 con un grupo de dos profesionales graduados en la Casa que dio origen al GASM. Más tarde aparecieron el GESE, el Proyecto Constelación (hoy GEIE), y el GEIA en ese orden. Últimamente se ha agregado el GEA. Se implementan, asimismo, tres proyectos acreditados ante el Programa de Incentivos.

La proximidad de la U. N. del Sur y del sistema de Institutos del CONICET hizo posible la lenta captación de docentes investigadores formados. Es destacable el hecho de que los dos graduados de la Casa que fundaron el GASM en 1979, resultaron a la postre los dos primeros Doctores en Ingeniería del Departamento de Graduados de la UNS en 1985.
Así, hoy la Facultad cuenta con dos investigadores categoría I, dos categoría II, tres categoría III, dos categoría IV y once tramitando la categoría V, lo que hace una excelente dotación de investigadores en las más altas categorías del sistema científico nacional. Los categorizados I y II integran el banco de evaluadores del Ministerio de Educación, participan en la categorización de docentes investigadores y en la evaluación de proyectos de la UTN y de otras universidades, dirigen tesis doctorales y de maestrías, etc. Este hecho otorga a la Facultad una clara ventaja comparativa en este aspecto en el ámbito de la UTN, donde escasean las categorías superiores.

Nueve docentes investigadores percibieron el incentivo durante 1999 en los tres proyectos en marcha. Desde el punto de vista externo, dada la generalización de este programa en el ámbito científico nacional, y su consideración para los indicadores de asignación presupuestaria y de evaluación externa, es necesario incrementar el número de docentes-investigadores dentro del programa de incentivos, Decr. 2427/93. Desde el interno, surge la misma conclusión al considerar los altos índices de investigación con que se ha beneficiado la FR en la distribución de partidas extras del presupuesto de la Universidad en los últimos dos años. Sin embargo, la Universidad deberá continuar sus acciones ante las autoridades del Programa a fin de lograr modificaciones en el sistema de categorización que garanticen la equiparación de valor entre los desarrollos tecnológicos y los trabajos publicados.

En total unos 40 docentes (16 % de la planta) se relacionan con esta función, con 18 categorizados o en trámite (7 % del total). De ellos, 3 se encuentran doctorándose y 12 realizando maestrías académicas relacionadas con su formación científica como una respuesta a la imperiosa necesidad de incrementar la masa crítica de docentes-investigadores mediante la formación en el nivel de posgrado.

Se estima que de esta forma se incrementará la articulación con el posgrado académico en la Facultad, el cual se torna sumamente difícil de implementar por la necesidad de autofinanciarlo, resultando costos de matrícula altos para el mercado local y regional.
Por otra parte, la presencia en la ciudad de la UN Sur con 19 posgrados académicos gratuitos acreditados hace que las nuevas alternativas a ser ofrecidas por la FR al medio deban ser concebidas desde un enfoque de excelencia similar. En ningún caso el posgrado deberá ser considerado desde la visión economicista como “nichos” generadores de renta, sino como la oportunidad de una formación continuada de alto nivel académico para los graduados. Hasta el presente, la política de la gestión ha sido la de explotar las oportunidades que brinda el sistema de posgrado de la UN Sur para la formación de recurso humano propio, con vistas a ofrecer en el futuro ofertas complementarias en este nivel.

A pesar de lo antes expuesto, el juicio compartido por la mayoría de los docentes según las encuestas a profesores, es que nuestra Facultad –coincidiendo con la Universidad toda- posee en general una reducida cultura de la investigación científica. Un análisis de los resultados de las encuestas a docentes referidas a esta función indica que sólo un 32 % realiza algún tipo de investigación en la cátedra.

Contraponiéndose al alto porcentaje de docentes relacionados con esta función, parecería que las actividades del sector no son compartidas con el resto de la comunidad docente, hecho quizás atribuible en todo el ámbito de la UTN a la cuasi absoluta condición de revista de los docentes con dedicaciones simples (en la FR sólo tres lo hacen con DE y siete con DTP constituyendo el 1,3 % y 3 % de los 230 docentes en planta respectivamente), que les impide dedicarse a actividades de investigación, o peor aún, permanecer el tiempo suficiente en la Facultad como para interesarse en las que realizan otros. Una difusión más intensa podría ser una de las claves para disminuir el aislamiento de los docentes con esta función.

La misión académica concentra el más fuerte esfuerzo en la Función Docencia, en menor grado la de Extensión y mucho más lejos la de Investigación. Para cambiar esta situación, sería deseable que no menos del 30 % de la planta docente revistara con DE o DTP, entendiéndose que una parte sustancial de su tiempo debería asignarse a investigación y no meramente a docencia. Aumentar el número de dedicaciones exclusivas y de tiempo parcial de los docentes-investigadores deberá constituirse en uno de los principales objetivos de la gestión en el corto y mediano plazo.

Tampoco los Departamentos Académicos han impulsado hasta el presente actividades relacionadas con esta función. Surge entonces como necesario propender a la consolidación de los grupos actuales integrando docentes investigadores desde las áreas académicas, dejando la formación de nuevos grupos y proyectos de investigación y desarrollo en conjunto con la función docencia sólo para propuestas muy diferenciadas.
En cuanto a los alumnos, quizá debido al bajo 3 % de ellos trabajando formal o informalmente en investigación, tampoco los integrantes de este claustro se sienten consustanciados con esta función en general. Las encuestas implementadas sobre un total de 800 alumnos arrojan que a su juicio el interés por el avance de la Ciencia y de la Técnica como condición para seguir la carrera se encuentra muy por detrás de otras preferencias entre las opciones propuestas (ganas, trabajo futuro, aptitudes, vocación), destacándose el hecho de que en la Licenciatura en Organización Industrial (LOI) ninguno eligió esta opción pudiendo seleccionar tres entre nueve.

Por otra parte, a la pregunta sobre con qué frecuencia pueden conocer el trabajo específico de alguno de los profesionales que se dedican a la investigación contestó que “siempre” un reducido 3,85 % y 2,94 % de los niveles 4to. y 5to. de las Ingenierías Mecánica y Civil respectivamente, mientras que un significativo 0 % para las de Electrónica, Eléctrica y LOI. Siempre para los dos últimos niveles, a la pregunta sobre si participaron en alguna investigación mientras cursaban materias de sus carreras un promedio de 86,75 contesta que “no” en las 4 ingenierías y un 66,67 % en la LOI. El “sí” a esta pregunta va desde un 15,38 % en Mecánica a 8,57 % en Electrónica, igualando Eléctrica y Civil en 11,76 % y destacándose la LOI con 33,33 % donde, paradójicamente, no existen grupos de CyT relacionados con el tema de la carrera (se hace necesario puntualizar aquí que en las encuestas no se definió el significado de la palabra “investigación”, quedando en la misma categoría una actividad en un proyecto homologado que una búsqueda bibliográfica en alguna asignatura).

Contrariamente, con respecto a su interés en participar en trabajos de investigación un promedio de 63,7 % contesta afirmativamente, dejando en evidencia que deben potenciarse las condiciones apropiadas para que una mayor cantidad de alumnos pueda participar en actividades relacionadas con esta función, no sólo a través de los grupos de investigación, sino también de las materias de los diseño curricular y de las electivas. Es indudable que a la hora de analizar estos resultados, debe tenerse en cuenta que también en los alumnos la cultura científica pasa por el tiempo de dedicación a la Facultad. Con un altísimo promedio de 82,4 % de ellos trabajando y estudiando en los dos últimos años de su carrera y 59 % los tres primeros no parece demasiado probable que dispongan por lo general del tiempo que implican las actividades de investigación. Al igual que en el caso de los docentes, parece surgir aquí la necesidad de una más activa comunicación de las actividades del sector hacia los alumnos como paliativo a su falta de información.

De las encuestas efectuadas a los graduados, un 30,43 % contestó que la función investigación es uno de los aspectos que más aprecia, mientras que un alto 56,52 % (compartiendo el mismo % con “aumentar las exigencias de formación”) opinó que habría que incrementar la investigación para que la formación de los graduados alcance niveles muy satisfactorios. Sólo un 13,04 % de los graduados indicó haber participado en alguna investigación cuando cursaba la carrera.

La normatividad del sector es la que emana del Rectorado, considerándose apropiada y suficiente para un normal desarrollo de las actividades, aunque con la salvedad de que deberán ajustarse algunas de las normas a las condiciones actuales de la UTN.

En el aspecto presupuestario, tal como en el resto de las Universidades Nacionales, el cuello de botella en las actividades de investigación científica y tecnológica se encuentra principalmente en la insuficiente asignación presupuestaria que permita el adecuado soporte de grupos de alto grado de excelencia y gran complejidad en diversos aspectos. Este hecho complota en forma directa sobre la consecución y retención de recursos humanos con alta formación, equipamientos de última generación, insumos, etc., lo que atenta contra el nivel de actualidad, pertinencia y excelencia de las investigaciones posibles de ser realizadas. Es cierto que hay una dependencia estructural del presupuesto destinado a la educación superior y que ello incide en el desarrollo de la función investigación.

Aún así, la UTN en general y la Facultad Regional Bahía Blanca en particular, han asumido un fuerte compromiso en este área, el cual ha permitido consolidar en distintos grados los grupos existentes, aunque no así la formación de nuevos. La férrea decisión de las autoridades de la Facultad en cuanto al apoyo brindado a las tareas de los docentes-investigadores, permite en alguna medida la superación de la dificultad presupuestaria, a través de la reconversión de cargos, del recorte de gastos en otras áreas y del decidido impulso a la generación de producidos propios, entre otras acciones.

La infraestructura y el equipamiento resultan críticamente aptos para el volumen actual de actividad. Sin embargo, se estiman altamente inadecuados para futuras incorporaciones, aún menores. Deberán buscarse, en conjunto con la función gestión, soluciones a la saturación edilicia y a la necesaria modernización, e incorporación de nuevo equipamiento para la expansión del sector. Resulta obvio que el óptimo desarrollo de esta función está vinculado al mejoramiento y adecuación a las nuevas tecnologías de las capacidades de los laboratorios, haciéndose necesaria su certificación ante los organismos competentes. De la misma manera, estas mejoras deberían extenderse a la las bibliotecas, aulas y materiales de ayuda didáctica.

La productividad de los grupos y proyectos es heterogénea, aunque en general acorde a sus planteles y asignaciones presupuestarias. Existe un grupo –el GASM- donde se concentran tres Doctores en Ingeniería (dos categorizados I y uno categorizado II), se publica en revistas internacionales con referato y congresos de gran jerarquía y se dirigen tesis de doctorado y de maestría. Desde el punto de vista de los parámetros de evaluación imperantes en el ámbito científico del país este grupo se encuentra, por su producción y composición, a la par de otros pertenecientes a Universidades Nacionales de gran tradición en investigación. Deberán incrementarse la cantidad y calidad de publicaciones en revistas especializadas para el resto de los grupos.

Si bien no existen producidos propios por el concepto patentes, sí los hay por servicios especiales. Los miembros de los grupos de investigación con que cuenta esta FR tienen incumbencias profesionales adecuadas para afrontar las problemáticas que estudian y capacidad de generar relaciones pertinentes con el medio productivo en función de los proyectos emprendidos. Deberá intentarse la superación de la falta de financiación de investigaciones por parte del sector privado.

De acuerdo a lo anterior, surgen los siguientes lineamientos básicos para la construcción del Proyecto Institucional de la Facultad y recomendaciones relacionadas con el mejoramiento institución para la Función Investigación:

  • Incrementar la masa crítica de docentes-investigadores mediante la formación en el nivel de posgrado.
  • Aumentar el número de dedicaciones exclusivas y de tiempo parcial de los docentes-investigadores.
  • Incrementar el número de docentes-investigadores dentro del Programa de Incentivos a docentes investigadores, Decreto. 2427/93.
  • Lograr la consolidación de los grupos actuales y la formación de nuevos grupos y proyectos de investigación y desarrollo.
  • Vincular en mayor grado a los grupos y proyectos con el sector privado a fin de lograr financiación externa para el área.
  • Incrementar la articulación de la investigación con la docencia de posgrado y de grado.
  • Mejorar la comunicación interna y externa de los resultados de la actividad en el área.

Segunda parte, publicada en el número 3 de UTecNoticias >