Formacion laboral para la industria

Un proyecto liderado por la Facultad busca brindar capacitación en oficios a más de 500 operarios.

El programa sectorial fue creado en 2007 después de que un estudio que la Facultad desarrolló en conjunto con la entonces Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación, determinó que una de las principales preocupaciones de las empresas metalmecánicas de la región era la de contar con operarios formados. Por este motivo, se presentaron las conclusiones de la investigación al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, el que a través del Plan Integral de Capacitación y Promoción del Empleo, aceptó la financiación del plan de capacitaciones.
Es importante destacar que los perfiles a desarrollar fueron definidos directamente por el conjunto de empresas que integran los sectores involucrados.

En Punta Alta: Sector Naval

Los trabajadores de la industria naval rosaleña recibirán capacitación gratuita en temas afines a su actividad. Los cursos comenzaron en mayo, con la participación activa de la Municipalidad de Coronel Rosales, la Cámara de Talleres Navales y Actividades Portuarias, la Facultad, la Escuela de Educación Técnica Nº1 y empresas del sector.

El proyecto, que se propone entre otros objetivos capacitar operarios calificados para facilitar su incorporación a empresas del sector, desarrollará sus acciones formativas en las instalaciones de la Escuela de Enseñanza Técnica Nº1 de Punta Alta.

Se inscribirán hasta 400 interesados en total, distribuidos en las siguientes temáticas: Soldadura – Nivel básico, Soldadura – Nivel avanzado, Soldadura semiautomática, Tratamiento de Superficies, Calderería naval y Auxiliar metalúrgico. Además se brindará apoyo a la búsqueda de empleo, mediante el desarrollo de talleres específicos de Orientación Laboral.

En Bahía Blanca: Sector Metalmecánico

En junio comenzaron los primeros cursos destinados a la formación laboral en materias relacionadas con la industria metalmecánica. Las capacitaciones son de carácter gratuito y están organizadas por la Facultad, el municipio local y la Seccional Bahía Blanca de la Unión Obrera Metalúrgica.

Los cursos que se dictarán bajo el “Programa Sectorial de Capacitación Sector Metalmecánico de Bahía Blanca” son: Seguridad e Higiene en el sector Metalmecánico, Elementos de Medición, Auxiliar Metalúrgico, Soldadura – Nivel básico y Soldadura – Nivel avanzado.

En Bahía Blanca se capacitará a un total de 260 interesados; los cursos son destinados tanto a aquellas personas que se encuentran en actividad como a los potenciales empleados. Se dictarán en la sede del Centro de Capacitación y Certificación de Competencias Profesionales (C4P) que la UTN posee en el Parque Industrial de Bahía Blanca y en el centro de formación de la UOM local.

“Capacitar no sólo al desocupado para permitirle acceder a la fuente de trabajo, sino también al ocupado”.

Utecnoticias entrevistó a Daniel Gómez, Secretario General de la Seccional Bahía Blanca de la UOM, quien sobre este proyecto expresó: “Para nosotros es un orgullo trabajar con la UTN. En lo personal la cooperación de la UTN con la UOM es un tema que viene desde hace tiempo, ya sea en temas ambientales, de planificación, de capacitación, o sea que hay un vínculo de siempre con la que surgió como universidad obrera. Quizás por las carreras que allí se dictan, que tienen que ver con la industria nacional, con la producción, temas que nos conciernen a ambos. Hay muchas personas interesadas en los cursos que estamos lanzando y eso nos alienta a ir por más”.

Utec: ¿Cuál es su visión con respecto a este tipo de capacitaciones?

DG: -La necesidad de capacitación es algo que compartimos profundamente. En el pasado hubo en el país una desindustrialización muy fuerte, muy grande. Por ejemplo nosotros a principios de la década del ‘90 estábamos llegando a la mínima expresión en cuanto a cantidad de afiliados, y la situación se profundizó hacia el 2000. Tal vez lo que fue servicios y otras actividades tuvieron algunos años de crecimiento hasta caer también en la última crisis, pero nosotros lamentablemente fuimos un buen parámetro de lo que significó la destrucción del aparato productivo nacional. A la par de eso se fue destruyendo la educación técnica, la formación y con eso el trabajo.

Con respecto a los cambios experimentados en la formación de los trabajadores del sector, Gómez explicó: “Antes la forma de aprender era entrando a la fábrica, donde los más grandes transmitían los conocimientos y la experiencia; pero ante la falta de ocupación eso se cortó, y las empresas empezaron a expulsar gente. Entonces cuando comienza la recuperación, allá por 2002, nos encontramos con una gran necesidad de capacitar a las personas y con el problema de que no había tanto tiempo como para que se formaran los chicos en las empresas aprendiendo de los más grandes: en todo lo que es sector metalmecánico, el obrero requiere de bastante tiempo de aprendizaje.” Y completa el diagnóstico manifestando que “surge además otra problemática que es la tecnificación. Los trabajadores no estaban el tanto de la evolución y de las nuevas incorporaciones de tecnología que habían tenido las empresas, por lo que se los empieza a dejar al margen.  Así aparece una nueva inquietud que era la de capacitar no sólo al desocupado para permitirle acceder a la fuente de trabajo, sino también al ocupado”.

¿Cuál fue el camino recorrido por la Seccional para llegar a este proyecto, que aportará a subsanar las carencias detectadas?

Luego de trabajar bastante logramos entendernos con el Estado a través del Ministerio de Trabajo, y con sectores como la UTN, aunando esfuerzos. Nos resultó más difícil relacionarnos con el sector empresario, ya que les costaba entender que ellos serían de los más favorecidos, pero hemos avanzado en eso y nosotros creemos que son una parte importante en esta concepción. Es decir, necesitamos del Estado, de las instituciones educativas, de los gremios para aglutinar a los trabajadores y del sector de empresas, donde uno va detectando las necesidades y tratando de colaborar para que la industria sea competitiva, para que no quede afuera del mercado, sobre todo el tema del mercado externo que es el que tanto nos perjudicó.

¿Qué otros planes a corto y mediano plazo tienen en cuanto a la labor de la UOM?

En el caso de Bahía Blanca, y yo me animaría a hablar de la región, lo que buscamos es una zona más industrial. En mi opinión nos hemos quedado mucho en eso, tal vez porque el polo petroquímico ha tenido un gran desarrollo y  la mayoría de la atención está puesta allí. Por lo tanto habría que fomentar la radicación de industrias, como por ejemplo la metalmecánica, que genera un empleo bastante estable y mucha mano de obra. Por las características que tiene Bahía, con el puerto y demás, podríamos ser un polo de desarrollo industrial más importante; hemos cedido mucho comparado con otros lugares del país. El crecimiento que hemos tenido en el último tiempo ha generado muchas empresas pero con muy poquito personal y en muchos casos, terminan haciendo apoyo, servicios o ensambles para otras fábricas que no están acá. A mi me gustaría que localmente no sólo armemos sino que también fabriquemos.
Creo que actualmente tenemos el apoyo para la industria por parte del gobierno nacional, cosa que nos faltó en otras épocas.

Gómez finaliza puntualizando: “Necesitamos del compromiso de todos para enfrentar este desafío, y es algo que debemos hacer de forma inmediata: no podemos planificarlo a largo plazo porque si no, llegamos tarde”.