Las adicciones (I)

Este artículo es parte de una serie que tratará de exponer a las adicciones en diferentes dimensiones. Hoy comenzaremos por algunos puntos de partida necesarios para dar una visión amplia de la problemática.
Puntos de partida

La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, establece que los gobiernos de los Estados Miembros tienen responsabilidad, entre otras, por la salud de sus pueblos.

Para contribuir con este propósito y promover la cooperación entre ellos mismos y con otros, y proteger la salud de todas las personas, los Estados reunidos establecieron que la Organización Mundial de la Salud es la agencia especializada en la materia.
Para la O.M.S. droga es “toda sustancia terapéutica o no, que introducida en el cuerpo, utilizando cualquier mecanismo, es capaz de actuar sobre el Sistema Nervioso Central, provocando alteraciones físicas como mentales”.


Tipos de consumos

USO
Se parte de una primera experiencia o contacto con la sustancia. La persona puede consumir la sustancia de forma no compulsiva y no sistematizada en el tiempo.

ABUSO
Si la persona no toma “conciencia” de su situación y/o desconoce las consecuencias que derivan del uso de la sustancia, puede pasar al abuso, etapa peligrosa, porque no es reversible fácilmente y necesita ayuda profesional. El abuso es la utilización de una o más sustancias por diferentes motivaciones, corriendo un riesgo serio, ya que un sujeto que está acostumbrado a abusar puede transgredir en cualquier momento el frágil límite que lo separa de la adicción.

DEPENDENCIA
Si la persona no consigue detenerse y no se revierte la segunda etapa, pasa a la tercera, caracterizada por la necesidad compulsiva de consumir sustancia/s. El uso es permanente y compulsivo.

Dos tipos de dependencia
1- Dependencia Física: El organismo necesita la sustancia a la que está acostumbrado (es el caso, por ejemplo, de sustancias como la heroína, la morfina, el alcohol).
Se trata de un fenómeno por el cual la interrupción de la administración de una sustancia que se usa en forma crónica, da lugar a unos síntomas y signos de naturaleza patológica que en conjunto se denomina sindrome de abstinencia.
Otro término que debemos considerar de importancia es el de tolerancia. Este es un fenómeno por el cual se necesitan cada vez dosis mayores para tener el mismo efecto, ya que el uso repetido hace a la sustancia menos efectiva debido a que el organismo se adapta o se acostumbra a ella.
2- Dependencia Psicológica: El placer que se experimenta al consumir la sustancia lleva a sufrir anímicamente si ésta falta. El adicto se ve compelido a buscar la sustancia para calmar su deseo. Este tipo de dependencia se produce con todas las sustancias.

Clasificaciones

Abordar una clasificación de las drogas resulta complejo; hay múltiples criterios para definir posibles agrupaciones. El primer criterio que tomaremos en cuenta se basa en los efectos que produce la sustancia sobre el Sistema Nervioso:

Depresoras del Sistema Nervioso
Son los psicolépticos. Deprimen el funcionamiento. Entre ellas se encuentran: el alcohol, el opio, la morfina, la heroína, los barbitúricos, los sedantes, etc.

Estimulantes de Sistema Nervioso
Son los psicoanalépticos. Exaltan el funcionamiento. Entre ellas se encuentran: las anfetaminas, la cocaína, el café, el té, la bebidas cola, etc.

Alucinógenos
Son los psicodisléticos. Alteran el funcionamiento normal de la psiquis. Entre ellos encontramos: el LSD, la marihuana, pegamentos, hongos, solventes, etc.

En esta clasificación podemos observar que hay drogas que producen los mismos efectos, pero algunas son aceptadas y otras no: tal es el caso del alcohol que es aceptado socialmente y la heroína que es rechazada, siendo que ambas deprimen el Sistema Nervioso. Así podemos realizar una segunda clasificación según la aceptación o no de la sociedad:

Drogas Aceptadas o Legales
Por ejemplo alcohol y tabaco, que tienen: 1) un mercado legal, 2) una distribución legal, 3) una producción legal.

Drogas Intermedias
Son aceptadas dentro de ciertos límites, tal es el caso de los psicofármacos. Tienen: 1) un mercado legal, 2) una distribución restringida (bajo receta o no), 3) una producción legal y restringida.

Drogas Prohibidas o Ilegales
Son la cocaína, la heroína, LSD, etc. Tienen: 1) un mercado ilegal, 2) una distribución ilegal, 3) una producción ilegal.

Por ser una clasificación social, la ubicación de las distintas sustancias en los diferentes rangos, dependerá de la época, la cultura, etc. Por ejemplo: en Asia son comunes y aceptados los fumadores de opio, y en Bolivia, los masticadores de coca.

Generalmente al hablar de “drogas” se las relaciona con las prohibidas o ilegales, pero es de destacar el hecho de que en las adicciones encontramos personas que consumen sustancias tanto legales (alcohol, pastillas, etc.) como prohibidas (cocaína, marihuana, etc.).

Vocablo «adicción»

El problema de las adicciones también puede ser rastreado a través de sus diferentes líneas etimológicas: el vocablo ADICCIÓN significa: “urgencia por satisfacer”. Esto nos lleva a comprender que la palabra alude a la necesidad compulsiva de satisfacer algo (necesidad)

Dicho vocablo tiene su origen en el término “ADICTU”, que significa “sin dicción”, sin palabra. Siguiendo esta línea, entendemos que hay algo que necesita imperiosamente ser satisfecho que no puede ser nombrado, puesto en palabras.

Así mismo, el término ADICTUS deviene del verbo latino ADICCO, que significa “adjudicar o designar”.

Si integramos las tres acepciones hasta ahora vistas, podemos pensar que en la adicción, hay una necesidad compulsiva de satisfacer algo que no puede ser nombrado, y que es adjudicado o puesto en otro lugar (Droga)

En la Antigua Roma se utilizaba el participio pasado del verbo adicco: ADICTUM, para designar a “aquel que por no poder saldar una deuda con su acreedor se convirtió en esclavo de él”.

También adicción proviene de un término celta que significa “estafa, engaño, dar una cosa por otra.”

De este modo, el fenómeno de la adicción nos dice de una forma particular de relación con el objeto externo sustituto, con el que se mantiene un vínculo de sometimiento y engaño.
Podemos pensar entonces el problema de las adicciones como un campo de problemáticas atravesado por múltiples determinantes: sociales, históricas, políticas, económicas, etc. y sus factores condicionantes, que abarcan las dimensiones: individual, familiar y social. (Estas dimensiones serán abordadas en próximas ediciones)

De esta manera la adicción se convierte en un analizador que permite hablar de lo no hablado, analizar lo no analizado, pensar lo no pensado.


Jorge Cascallar
Secretaría de Asuntos Estudiantiles
jcascal@frbb.utn.edu.ar