Ruido de aerogeneradores: ¿cuánto molesta?

Por su relación con estudios actuales sobre factibilidad de parques eólicos en la región, en los que interviene el Grupo de Estudios sobre Energía -GESE- de la Facultad, UTecNoticias resume un reciente artículo publicado en el boletín «Echoes» de la Sociedad Americana de Acústica.

Cuando se debate públicamente la planificación de un parque eólico, se utilizan a menudo diferentes perspectivas sin que la gente sea consciente de ello. Basta con mirar los sitios web de los opositores y defensores, con imágenes de turbinas eólicas imponentes irguiéndose delante de edificios o en el fondo de una vista a distancia de un paisaje agradable, respectivamente.
Según la Asociación Británica de Energía Eólica «los aerogeneradores bien diseñados son silenciosos durante la operación, y comparados con el ruido del tráfico por carretera, trenes, aviones, y las actividades de la construcción, por citar sólo unas pocas, el ruido de las turbinas eólicas es muy bajo. En el exterior de las casas más cercanas, al menos a 300 metros de distancia, y con frecuencia aún más, el sonido de una turbina eólica generando electricidad es probable que sea aproximadamente del mismo nivel que el del ruido de una corriente de agua que fluye a 50-100 metros de distancia o el ruido de la hojarasca durante una brisa suave»; mientras que para un crítico «el ruido producido por las turbinas de viento posee un golpeteo, de carácter intermitente, especialmente en la noche, cuando es más audible. El ruido es más fuerte en la noche por el contraste entre el aire fresco en calma al  nivel del suelo y el flujo constante de viento a nivel del eje de la turbina. El ruido durante la noche viaja una gran distancia. Se ha documentado que resulta molesto para los residentes a 2,1 km de distancia de las turbinas de viento en terreno ondulado regular y a unos 2,7 km de distancia en los valles de los Apalaches.»

¿De dónde surgen las discrepancias?

Los conceptos diferentes son, en parte, el resultado de la perspectiva de una persona o de una organización. El estudio  reciente sobre percepción de un parque eólico ha demostrado que la molestia del ruido de las turbinas de viento está relacionada con la actitud hacia la energía eólica y/o las turbinas de viento en el paisaje y la visibilidad de un parque eólico. Además, los residentes que obtienen beneficios económicos de los aerogeneradores se sienten apenas o nada molestos, mientras que para los residentes sin tales beneficios el sonido de las turbinas es más molesto que el sonido en el mismo nivel de fuentes de ruido importantes, como carreteras, ferrocarril o tráfico aéreo e industria.
Investigadores de la Organización para la Investigación Aplicada (TNO en inglés),  determinaron las curvas dosis-respuesta para el ruido de turbinas eólicas. Los resultados para quienes no tienen beneficios económicos por las turbinas de viento se graficaron en el caso en que la respuesta es “molestia” y “molestia severa” (percibido ya sea en exteriores o interiores) y cuando la respuesta es la “perturbación del sueño” (ser despertado por el sonido al menos una vez al mes).  Aquí, el nivel de dosis (exposición al ruido) es el nivel de sonido externo en Ldtn (promedio ponderado durante el día, tarde y noche) o Lnoche; Ldtn está 4,7 dB por encima y Lnoche 1,6 dB por debajo del nivel de sonido que habría con una velocidad de viento de 8 m/s a 10 m en una atmósfera “estándar” (es decir, de estabilidad neutral).
Cuando se lo compara con otras fuentes de ruido el grado de molestia del sonido de las turbinas de viento es sorprendentemente alto. Las principales fuentes de ruido (carretera, ferrocarril, tráfico aéreo, industria) en general no causan molestias graves por debajo de 42 dB (A). A los 50 dB (A), el 6% o menos de los residentes expuestos se sienten muy molestos, mientras que para las turbinas de viento, la sensación de molestia grave (en interiores) se produce en niveles inferiores, por debajo de 40 dB (A) y en 50 dB (A) aumenta a 14,5% de la población expuesta y que no recibe beneficios. Una clave para explicar esto podría ser la similitud con los altos niveles de molestia asociados con el ruido de los patios de maniobra ferroviarios. Mientras que la mayoría de las fuentes de ruido son menos activas durante la noche, los patios de maniobras a menudo no lo son y el ruido metálico de mecanismos y motores es aún más audible en la relativa tranquilidad de la tarde y la noche. Cuatro de cada diez residentes encuentran las turbinas de viento más ruidosas de noche que de día, y otros cuatro no las diferencian claramente. Una turbina generadora de 60 m de altura produce el mismo nivel sonoro tanto para una ubicación tierra adentro como costera en cualquier momento del día o de la noche, cuando se promedia durante un largo período. Las turbinas de viento más altas son en realidad más ruidosas de noche que de día, aunque la diferencia es pequeña (0,5 dB para 100-120 m de altura del eje). Los vecinos de los aerogeneradores modernos han aprendido a distinguir entre un «viento fuerte» empujando las turbinas y un «viento débil», y a observar que estos vientos pueden ser muy diferentes después de la puesta del sol. Este fenómeno es bien conocido en meteorología y física de la atmósfera, pero se considera insignificante en turbinas eólicas.

Como un «roce» o «latigazo»…

Una segunda explicación de la molestia que produce el sonido de aerogeneradores puede ser su carácter: el batido o los golpes, que pueden tener el mismo efecto, y llamar la atención como el ruido del traqueteo de los trenes en maniobra. Cuando se les preguntó cómo suena  un parque eólico, tres de cada cuatro residentes opinaron que “roce” o “latigazo” es una descripción apropiada. La modulación del nivel sonoro a la frecuencia del paso de la pala (aproximadamente una vez por segundo para los aerogeneradores modernos de alta velocidad) puede explicarse por el cambio en la velocidad del viento sobre el área del rotor, que es superior en la noche que durante el día. También puede ser causada por un obstáculo (como por ejemplo otra turbina) contra el viento de una turbina. Se puede demostrar que la profundidad de la modulación (variación en el nivel de sonido) debido a diferencias de velocidades de viento que dependen de la altitud puede aumentar a 5-6 dB, e incluso hasta cerca de 9 dB cuando las modulaciones de varias turbinas se encuentran en fase y los «golpes” de  turbinas diferentes arriban al mismo tiempo. Los seres humanos son sensibles a las modulaciones con una frecuencia del orden de 1 Hz, como ocurre en el habla (la periodicidad de las sílabas) y el ritmo musical. Los pitidos de un camión en marcha atrás tienen la misma periodicidad.
Es interesante que una modulación del nivel de sonido también se puede observar cerca de un aerogenerador: cuando se está muy cerca de una turbina de viento uno puede oír el silbido de las palas al bajar. Se ha demostrado que esto es causado por la dirección de la pala como una fuente de ruido (más en la dirección de avance) y de la amplificación de Doppler (la punta de la pala se desplaza a aproximadamente Mach 0,2). Sin embargo, esta explicación no es válida para un observador distante viento arriba o abajo de una turbina dado que las palas no tienen ninguna componente de cambio de velocidad en la dirección del observador.

En síntensis

Se puede concluir que la investigación en los últimos cinco años ha dado una nueva perspectiva sobre el impacto de los aerogeneradores. Esto es especialmente cierto en la noche, tiempo en el cual por lo general no se realizaban mediciones. El sonido de las turbinas de viento altas y modernas no disminuye por la noche y no siempre es un sonido suave (como puede ser durante el día), sino que puede atraer la atención durante la noche por su ritmo y el contraste con un entorno tranquilo. Los defensores tienden a presentar las turbinas de viento como se escuchan durante el día, los opositores utilizan principalmente el impacto que causan durante la tarde y la noche. Para el autor, parece acertado reconocer la intrusión visual y auditiva, no negarla con argumentos como » en mi barrio no » que no hacen sino reforzar la oposición. Una mejora en la evaluación del nivel de sonido será tener en cuenta una atmósfera realista y una posible sanción para la modulación de amplitud. Una importante medida no acústica para reducir el ruido molesto puede ser involucrar a los vecinos en la planificación de un parque eólico: en lugar de darles la carga de la molestia, podrían compartir los beneficios.
Publicado con permiso expreso de su autor, Dr. Frits van den Berg, quien se desempeña en  el  Departamento de Salud Ambiental del  Servicio de Salud Pública de Amsterdam (Holanda), y trabajó en temas de acústica en la Universidad de Groningen. The newsletter of the Acoustical Society of America, Echoes 19(3), 2009. Traducción Dr. Liberto Ercoli.