Rellenos sanitarios

El crecimiento urbano, el desarrollo tecnológico y los nuevos hábitos de consumo han incrementado la cantidad de basura producida y a estos volúmenes se suma el tiempo que tarda la misma en descomponerse. Las grandes concentraciones urbanas son focos de producción de grandes cantidades de residuos, dificultando su tratamiento y ubicación. Se suma además el efecto del marketing abocado a la producción de envases que provoquen al consumidor a elegirlos en los puestos de autoservicios.

En la búsqueda de soluciones orientadas a paliar esta problemática, enterrar la basura en sitios denominados rellenos sanitarios es una alternativa, pero estos también pueden convertirse en una fuente de contaminación del medio ambiente si no se diseñan y operan correctamente.

Definición

El Relleno Sanitario es una técnica de disposición final de residuos sólidos mediante la cual se los confina a un área lo más pequeña posible, donde se distribuye la basura en capas, se la compacta y se la cubre con tierra con una cierta periodicidad. Esta técnica busca minimizar los perjuicios al medioambiente controlando los efectos potenciales de contaminación mediante el tratamiento de los efluentes líquidos y gaseosos que producirá la basura al descomponerse.

La parte principal del relleno es el módulo. El mismo consiste en un recinto estanco donde se depositarán y compactarán los residuos. La descomposición de la basura produce un líquido que lixivia distintos componentes contaminantes, conocido como lixiviado o percolado. El mismo debe recolectarse por medio de un sistema de drenajes construidos en la base del relleno, que desemboca en las piletas de lixiviados construidas en la parte más baja del terreno.

Para realizar un adecuado control de la generación y migración de los gases generados por la descomposición de los residuos se construye un sistema de venteo colocado en diferentes puntos del relleno sanitario para que los mismos sean evacuados.

Selección del sitio

Un paso importante en la construcción de un relleno sanitario es hallar el lugar geográfico. Para ello se requiere un trabajo minucioso en investigación de terrenos que resulten, en una primera instancia, satisfactorios y luego seleccionar el más adecuado. Es probable que se encuentre más de un área disponible que reúnan varias de las características detalladas a continuación, por lo que el proyectista debe clasificarlas teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes de cada una, realizando un orden de preferencia. El terreno debe estar cerca de una vía principal, de ser posible pavimentada, que permita acceder al sitio donde se descarga la basura en forma rápida. Además se debe garantizar el acceso al relleno por vías transitables durante todas las estaciones del año.

Otro aspecto de interés para la selección del sitio es la evaluación de las condiciones hidrogeológicas. Un estudio geológico permite determinar la permeabilidad del suelo. El ideal para un relleno sanitario es aquel cuyo coeficiente de permeabilidad, K, es del orden de 10-7 cm/s. Es necesario evaluar también la profundidad del manto freático o aguas subterráneas . La distancia al fondo del relleno no debe ser inferior a los dos metros. El terreno debe ofrecer material de cobertura en cantidad y calidad adecuada (1) y que sea fácil de extraer. Si el suelo no fuera adecuado o no se pudiera excavar, deberán preverse yacimientos para cobertura en lugares próximos y accesibles. La ubicación del sitio debe seleccionarse de forma que los vientos predominantes soplen desde la zona urbana hacia él. Los datos de las precipitaciones promedio serán útiles para estimar su influencia en la producción de lixiviado dado que la generación del mismo está íntimamente ligado a las condiciones climáticas. También deberán tenerse en cuenta los aspectos legales .

Planificación y diseño

Cuando ya se ha seleccionado el sitio de emplazamiento del relleno sanitario se requiere efectuar una serie de estudios a fin de reunir los datos necesarios para la planificación del proyecto.

Estos estudios pueden basarse en datos estadísticos que faciliten información sobre cantidad de habitantes, tasa de crecimiento demográfico, distribución demográfica , actividades principales que se desarrollan en la zona, tipo de basura a disponer, potencial producción de residuos que no deben ingresar al relleno sanitario, etc. Además deberán recopilarse datos climáticos como intensidad y dirección de vientos predominantes, pluviometría, temperaturas medias y extremas.

Importancia de la Evaluación de Impacto Ambiental

Estas evaluaciones deben realizarse en la fase de planificación y diseño con el objetivo de asegurar que el proyecto sea ambientalmente adecuado y sustentable, facilitando su mejora desde el punto de vista ambiental, al mismo tiempo que se minimizan, atenúan o compensan los impactos negativos. Deben considerarse al menos tres etapas: la preparación de la infraestructura, la operación y el poscierre y control del área.

Construcción del Relleno Sanitario

La construcción del módulo del relleno sanitario puede llevarse a cabo mediante uno de los siguientes métodos: de Área o de Trinchera. La selección del método constructivo depende del tipo de suelo en el que se va a trabajar.

El método de área es práctico para aquellos terrenos en los que resulta imposible realizar excavaciones, ya sea por la profundidad de las napas de agua o por las características del suelo que hagan que el mismo no pueda excavarse. Debe contarse con depresiones naturales que sean factibles de ser rellenadas. El método de trinchera se emplea cuando las características estratigráficas del suelo y la profundidad de las napas de agua permitan realizar excavaciones. En este caso se deberá en primer lugar desmontar el sitio retirando la capa vegetal y luego excavar para extraer el volumen de suelo necesario. Esta excavación debe llegar a una distancia no menor al metro y medio a las napas de aguas.

Uno de los aspectos más importantes en la construcción es la adecuada impermeabilización del fondo del módulo. Esta impermeabilización puede garantizarse naturalmente, o proveerse de modo artificial. Naturalmente puede lograrse mediante la utilización de arcillas, las que constituyen un buen material para la construcción de un sello de fondo en un relleno sanitario. En la impermeabilización artificial se utilizan membranas de polietileno de alta densidad, polivinil clorado o policloruro de vinilo (PVC), polietileno clorosulfurado (Hypalon) o geomembranas de 800 micrones, existiendo actualmente en el mercado una amplia gama de productos que satisfacen las necesidades requeridas.


Colocación de la membrana en el fondo del módulo y taludes

A fin de recolectar el lixiviado que produce la basura al descomponerse se construye en el fondo del módulo un sistema de drenajes que permite colectar el líquido en piletas construidas para tal fin. Se realiza la excavación de las zanjas en las cuales, una vez impermeabilizada el área donde se va a trabajar, se colocan tubos de polietileno de alta densidad perforados, que se rodean de piedra caliza o canto rodado para evitar que se obstruyan los orificios de entrada con basura. Se realiza la excavación de las zanjas en las cuales, una vez impermeabilizada el área donde se va a trabajar, se colocan tubos de polietileno de alta densidad perforados, que se rodean de piedra caliza o canto rodado para evitar que se obstruyan los orificios de entrada con basura. Las piletas se construyen en la parte más baja del relleno sanitario de modo de garantizar un correcto escurrimiento del lixiviado hacia ellas.


Vista de una pileta de lixiviado

El proceso de descomposición también genera gases que tienden a acumularse dentro del relleno en los espacios vacíos. Entre los gases generados se encuentran el metano, el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de carbono. El metano es inflamable en determinadas concentraciones. Si se acumula en algunos puntos del relleno existe peligro de explosión, por lo cual debe ser correctamente venteado. Este sistema de ventilación se construye con tubos perforados de concreto o PVC con un diámetro entre 10 y 30 cm que se revisten con piedra y se envuelven con mallas de alambre tejido o alambres de púa.


Chimenea de venteo que sobresale en un módulo cerrado

Operación

La operatoria de recepción de residuos implica los siguientes pasos: ingreso al relleno sanitario, control de recepción, pesaje, descarga, distribución, compactación, destaraje del vehículo (determinación de la tara del camión), y entrega de comprobante de residuos.

Los camiones recolectores descargan los residuos en la base de la celda y una topadora los empuja desde abajo hacia arriba. De esta forma se obtiene mejor resultado debido a la suma de efectos de la tracción y peso de la máquina concentrados en la parte posterior de la máquina. Esta avanza con la pala llena de residuos, levemente inclinada hacia abajo a nivel del suelo, distribuyendo su contenido hasta llegar al final de la celda en construcción. Luego se procede a la compactación de los residuos hasta reducir su volumen en aproximadamente un 40 %, mediante sucesivas pasadas de la topadora desde abajo hacia arriba y viceversa a modo de compactar toda la superficie de la camada de residuos sólidos extendidos.


Vista del frente de trabajo en el módulo

Para realizar la cobertura la tierra se transporta con un camión cargador y se deposita en la sección superior de la celda de trabajo de modo que las topadoras puedan distribuir la capa de tierra sobre la celda desde arriba hacia abajo, es decir de manera inversa a como distribuye la basura. También es necesaria la compactación de la misma realizando algunas pasadas sobre ella. Una de cada tres veces la descarga de la tierra se realiza en la base de la celda y se distribuye desde abajo hacia arriba. De este modo la basura compactada alcanza una densidad de 500 kg/m3.

Tipos de residuos que no deben admitirse:
  • Residuos líquidos
  • Residuos semisólidos riesgosos: barros riesgosos
  • Residuos especiales o peligrosos: inflamables, reactivos, corrosivos, tóxicos, radioactivos, irritantes, patogénicos infecciosos, capaces de producir cambios genéticos, explosivos.
Monitoreo y controles

Para asegurar el correcto funcionamiento del Relleno Sanitario y evitar que se convierta en un basural a cielo abierto debe realizarse una serie de controles cuya metodología y frecuencia debe determinarse previamente.

Para monitorear las aguas subterráneas la toma de muestras se efectúa de modo de analizar el caudal subterráneo aguas arriba y aguas abajo del relleno. Los resultados arrojados por el primer análisis deberían coincidir con los resultados que se obtienen de las muestras de agua tomadas luego de circular debajo del relleno; en este caso se garantiza la impermeabilización del mismo. Caso contrario se estaría en una situación de contaminación de las napas causada por la ineficacia del sistema de impermeabilización.

Es imprescindible realizar un adecuado control de los efluentes líquidos y garantizar la correcta captación y venteo de los efluentes gaseosos.

El control de vectores es de suma importancia para evitar la propagación de enfermedades que pueden ser transmitidas por aves, insectos y roedores que pueden proliferar en estos sitios.

Clausura

Con el paso del tiempo el relleno se estabiliza, los residuos se descomponen transformándose parte en líquidos y parte en gases y el material de cobertura penetra en los vacíos que se van generando dentro del relleno, condensándolo; esto es parte del asentamiento del relleno. Se producen depresiones al asentarse la basura, en la superficie del relleno en las que se acumula el agua de lluvia y se llenan de insectos. Es necesario nivelar la superficie periódicamente depositando material de cobertura en estos sitios y rehacer los drenajes.

El cierre del relleno implica impermeabilizar su superficie una vez que se ha terminado la vida útil del mismo. Un sistema de impermeabilización colocado inmediatamente después del cierre puede sufrir deterioros. Por lo tanto se realiza una impermeabilización temporal para efectuar la impermeabilización definitiva una vez asentado el relleno. Al terminar la vida útil del relleno la forma topográfica debe armonizar con la topografía de los alrededores.

Luego de la clausura debe continuarse con el plan de controles y monitoreos con una frecuencia más espaciada.

Es necesario aunar esfuerzos orientados a lograr una menor generación de residuos cambiando la cultura de la sociedad y su actitud respecto a esta problemática.

Las diferentes técnicas de reciclado ofrecen una alternativa alentadora, como también el reemplazo de los envases descartables por los retornables y un cambio en la conducta del consumidor para que elija en base al producto y no al envase.

Si bien el relleno sanitario no es una técnica ambientalmente satisfactoria hoy constituye una alternativa, que puede optimizarse en varios aspectos. Se requiere para ello dotar a los poderes públicos de presupuesto y tecnología que permita el buen control en su construcción, operación y clausura.

Lucía Gutiérrez
GEIA FRBB
Grupo de Estudios en Ingeniería Ambiental

Referencia
(1) La tierra con buen contenido de arcilla es la ideal por su baja permeabilidad y elevada capacidad de absorción de contaminantes.