Aplicación del principio precautorio en las radiaciones electromagnéticas

El efecto no térmico, o efectos biológicos, de las radiaciones electromagnéticas (REM) ha estado enmarcado dentro de una controversia en los últimos diez años, debido a la no reproducibilidad de las experiencias de laboratorio, que daban por resultado evidencias de que las REM de bajo nivel tenían un efecto dañino para la salud humana.

A partir de 1999, empezaron a aparecer experiencias científicas reproduciendo estas primeras experiencias, que han demostrado un cierto grado de certificación del daño producido por las REM de bajo nivel, como ser, la ruptura de la Barrera Sanguínea Cerebral y la reducción de la secreción de Melatonina.

En abril de 1993, el Dr George Carlo inició estudios sobre los efectos biológicos de las REM producidas por las comunicaciones de telefonía celular, para las cuales recibió una subvención de 25 millones de dólares por parte de la Cellular Telecomunications Industry Association (CTIA). A raíz de estos estudios y del temor del público concerniente a dichos efectos, la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO) dispuso en 1996 la creación de un Comité de Estudios de los efectos no térmicos de la radiación electromagnética, que se denominó «The Internacional EMF Project»

Dicho proyecto abarca el estudio de todas las evidencias científicas de los posibles efectos a la salud humana por la exposición a radiación electromagnética en el rango de frecuencias desde 0 Hz a 300 GHz.

Este proyecto encarado por la OMS estableció como objetivos los siguientes puntos:

  • Proveer de una respuesta coordinada internacionalmente a la preocupación sobre los posibles efectos por la exposición a las REM.
  • Acceso a la literatura científica y producción de un reporte del estatus de los efectos sobre la salud.
  • Identificar los baches en el conocimiento que requieran una mayor investigación para un conocimiento más acabado de los riesgos a la salud.
  • Incentivar un programa de investigación focalizado en conjunto con las agencias de promoción científica.
  • Incorporar a los resultados de la investigación las monografías de la OMS sobre criterios de salubridad ambiental, en las que se realizarán evaluaciones formales de los riesgos para la salud de la exposición a REM.
  • Proporcionar información sobre la percepción, la comunicación y la gestión de los riesgos relacionados con REM.
  • Proporcionar a las autoridades nacionales asesoría y publicaciones sobre cuestiones relativas a los REM.
  • Facilitar el desarrollo de normas sobre exposición a REM aceptables por la comunidad internacional

Como la evaluación del riesgo potencial de la salud presentado por las REM está basado en un cierto número de incertidumbres, y desde el punto de vista de los estudios epidemiológicos llevaría un tiempo sustancial encontrar una fuerte ligazón entre las REM y la salud humana, la OMS incluyó dentro de la política de estudios una sobre la aplicación del Principio Precautorio. Esta acción tiene como fin no caer nuevamente en contradicciones como lo que ocurrió con el uso del asbesto, que recién después de 60 años de idas y vueltas, se lo declaró dañino para la salud y se prohibió su uso industrial.

Dentro y fuera del ámbito de los gobiernos se ha desarrollado la idea del Principio Precautorio para manejar los riesgos de la salud, cuando dentro de la fase epidemiodológica y científica aún no existe una clara certeza de daño.

Como normalmente la OMS, en su carácter de agencia internacional de la salud no da aviso a las autoridades nacionales para la aplicación de políticas, hasta que se basen concretamente en un conocimiento certero, la Tercera Conferencia Ministerial sobre Ambiente y Salud realizada en Londres en 1999 produjo una declaración que incitó a la OMS a tener en cuenta la necesidad de aplicar en forma rigurosa el Principio Precautorio en la evaluación del riesgo y de adoptar una política preventiva y más activa en las advertencias de los riesgos para la salud.

Dentro de las políticas de advertencias se debería desarrollar una campaña de conocimiento, dentro de esta fase de estudios científicos aún inciertos, de los potenciales riesgos ambientales y ocupacionales de la salud. Estas políticas deberían incluir las siguientes pautas:

  • Principio Precautorio
  • Evitar Prudentemente
  • Principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable) (Tan bajo como sea razonablemente posible)

Para una mayor comprensión de estas pautas las definimos a continuación de acuerdo a lo indicado por la OMS

El Principio Precautorio
Es una política de manejo del riesgo, aplicada en circunstancias de un alto grado de incertidumbre científica, que refleja la necesidad de tomar algún tipo de acción para riesgos potencialmente serios sin esperar los resultados de les investigaciones científicas.

Evitar Prudentemente :
Este término fue desarrollado en función de evitar con prudencia la exposición a las REM manteniendo a las personas alejadas de las fuentes de radiación, ya sea por rediseño de instalaciones o ubicación de las mismas, de manera que se reduzca el riesgo.

ALARA
Es la política que se usa para minimizar un riesgo, manteniendo las radiaciones lo más razonablemente bajas posible, teniendo en consideración los costos económicos, el avance tecnológico, y los beneficios de la seguridad y la salud pública.

La OMS estimó en primera instancia, que para el año 2001 ya estaría en condiciones de establecer una política de manejo de las Radiaciones Electromagnéticas, pero debido a las incertidumbres y por falta de un número suficiente de estudios estadísticos que pudiesen confirmar alguna tendencia científica, debió extender el trabajo del proyecto. Se estima ahora que éste recién podría producir lineamientos concretos hacia el año 2007.

Como consecuencia de lo indicado, la OMS estableció que se reuniera su Comisión Europea, para estudiar la aplicación del Principio Precautorio. Esta reunión fue fijada para el 24 al 26 de febrero de 2003, en Luxemburgo. En dicha reunión la OMS decidió que existen suficientes evidencias para aplicar el «Principio Precautorio» tanto a frecuencias extremadamente bajas (ELF) como para las frecuencias de radio frecuencia y microondas (RF)/(MW).

Si bien aún no se ha emitido un documento oficial de la política del manejo del Principio Precautorio por parte de la OMS, la posición del borrador distribuido en la reunión de febrero en Luxemburgo, y en boca de quienes dirigen el Proyecto Internacional de la OMS, Drs. Michael Repacholi y Leeka Kheifets, han anticipado que esta organización invocará el Principio Precautorio para las radiaciones de ELF, RF y MW, para tomar acciones para la preservación del ambiente y la salud humana.

No obstante se deberá esperar las recomendaciones sobre la aplicación de este principio, las cuales están en manos de la comisión que lleva adelante el Proyecto en la OMS.

Por otra parte la Unión Europea adoptó formalmente el Principio Precautorio ya hace tres años. En la opinión de su representante ante la Comisión Europea, Dr Belvèze, esta medida es un elemento importante para todos los científicos de la Unidad Europea, y también para las medidas políticas y legales que han de adoptarse, por lo que su aplicación a las REM será una de las mayores acciones del uso del Principio Precautorio a la protección de la salud humana.

El Dr Mike Repacholi aseveró que «el mundo es un lugar riesgoso e incierto, por lo que, quién puede dudar que la ciencia también lo sea, por lo tanto es muy difícil asegurar niveles de riesgo».

Pero también, en el entretiempo se debe hacer algo ante las primeras evidencias científicas estadísticas, como las obtenidas por el Departamento de Oncología del Hospital Universitario de Orebro en Suecia: para un estudio estadístico sobre 1617 pacientes de edades entre los 20 y 80 años de ambos sexos, diagnosticados de cáncer cerebral entre el 1º de enero de 1997 y el 30 de junio de 2000, quienes usaron teléfonos celulares representaron un 60% de mayor probabilidad de adquirir cáncer en comparación de aquellos que no los usaron.

La Constitución de la Provincia de Buenos Aires en el artículo 28 establece el Principio Precautorio como una garantía a nivel constitucional, por lo tanto como ciudadanos debemos exigir de las autoridades la aplicación plena de este principio.

Ing. Néstor Hugo Mata
Director del G.E.B.I.
Grupo de Estudios de Bioingeniería
nmata@frbb.utn.edu.ar