Formar una cultura emprendedora

Conclusiones de la 1ª Conferencia Latinoamericana de Parques Tecnológicos y Seminario de Incubadoras de Empresas

Desde hace varios meses FUNDATEC viene trabajando en el proyecto de creación de una Incubadora de Empresas, considerando a esta herramienta de desarrollo local e innovación tecnológica un medio eficaz para la promoción de iniciativas empresariales de los miembros de la comunidad universitaria.

Como parte de este programa hemos participado de la 1ª Conferencia Latinoamericana de Parques Tecnológicos de la International Association of Science Parks (IASP), que se llevó a cabo en la ciudad de Panamá entre el 4 y el 8 de septiembre pasado, y que incluyó un Seminario de Incubadoras de Empresas.

Este evento se constituyó en un importante encuentro de representantes de distintas organizaciones y universidades de toda Latinoamérica, enroladas en este movimiento que se encuentra en decidido auge en todo el mundo y al que se sumaron delegaciones de Estados Unidos, España y China.

Durante la exposición de las distintas ponencias y de los debates que les sucedieron, surgió de manera recurrente una caracterización común de las universidades latinoamericanas: la de ser formadoras de empleados en vez de emprendedores. Y se concluyó en que esta realidad, que se da particularmente en las facultades de ingeniería, debe ser revertida si pretendemos que nuestros egresados sean profesionales que, además de asumir su compromiso ético con la sociedad, sean capaces de desempeñarse exitosamente en las actuales condiciones del mercado laboral.

Sin una cultura emprendedora no hay desarrollo ni innovación. Nuestros países merecen esa oportunidad.

Desde hace varios años existen en algunas universidades programas de formación de emprendedores, como el desarollado por el Instituto Tecnológico de Monterrey (Méjico) o el de la Universidad Nacional de Luján en nuestro país, pero es necesario que trabajemos para que estas iniciativas se generalicen en todos los institutos de formación de profesionales de la ingeniería.

Por considerarlo de interés para los lectores de UtecNoticias se transcriben algunos párrafos de las conclusiones a las que se arribó en la Conferencia referidas a este tema.

Cultura emprendedora

Este tema ocupó un lugar importante en la Conferencia y a él se destinaron dos mesas redondas y una sesión de conferencias.

La primera Mesa Redonda se organizó alrededor del sub-tema, «Educación Superior y Cultura Emprendedora». El contenido se estructuró alrededor de una presentación principal del Dr. Ricardo Contreras, Director de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) de México, titulada Educación Superior y Cultura Emprendedora en el Siglo XXI: una simbiosis inevitable. Como Moderador actuó el Dr. José Silvio, Coordinador General del Programa del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). Participaron en calidad de correlatores las siguientes personas: Dr. Rodolfo Pinto Da Luz, Rector de la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil); Dr. Ricardo Aguilar Díaz, Vice-Rector de Investigación del Instituto Tecnológico de Costa Rica; Ing. Hector Montemayor, Rector de la Universidad Tecnológica de Panamá y Dr. Germán Crespo, Director del Parque Tecnológico de la Universidad Simón Bolívar (Venezuela).

Este conjunto de contribuciones permitió lograr una variedad de enfoques sobre la manera como se promueve y manifiesta la cultura emprendedora y la necesidad de desarrollarla sistemáticamente tanto a nivel individual, grupal, organizacional y societal.

Se planteó la existencia de dos culturas predominantes en la Universidad y la Empresa, organizaciones típicas de los sistemas educativo y económico. En ninguna de estas organizaciones se enseñaba al individuo modos de pensamiento, sentimiento y acción que condujeran a emprender programas, proyectos y empresas en diversos ámbitos de la vida en sociedad.

Recientemente, se observa el desarrollo de dos tendencias aparentemente convergentes, dirigidas a sistematizar la formación de culturas emprendedoras. Por un lado, un grupo de universidades innovadoras desarrollando programas de formación de personas emprendedoras. Por otro lado, un grupo de empresas, a través de la creación de universidades corporativas para responder a las necesidades de educación permanente de su fuerza laboral. Estos movimientos son aparentemente convergentes, pero en la práctica son divergentes: cada organización desarrolla sus programas con independencia de la otra. A este respecto, se subrayó la necesidad de promover una convergencia entre universidades y empresas, mediante programas, proyectos y acciones cooperativas entre ellas. Se destacó el apoyo que pueden brindar las nuevas tecnologías digitales de información y comunicación como plataforma de este nuevo sistema educativo y base del desarrollo de una cultura emprendedora, en el contexto de una educación permanente.

Se destacó que en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, organizada por la UNESCO en París en 1998, se recomendó a las universidades y otras instituciones de educación superior, que además de enseñar a los jóvenes a aprender, les enseñen a emprender en un sentido amplio. Es decir, no sólo a emprender proyectos empresariales y comerciales sino cualquier tipo de programa o proyecto en cualquier área institucional de la actividad social.

Se recalcó que el verdadero motor de la actividad empresarial son los seres humanos y estos deben estar provistos de las motivaciones y conocimientos sobre los modos de pensamiento, sentimiento y acción propios de una cultura emprendedora. Esa cultura debe adquirirse igualmente en organizaciones de asistencia a los proyectos de empresa, incubadoras y de apoyo a jóvenes empresarios, además de las universidades. Al mismo tiempo, se consideró necesario y deseable que el Estado se incorpore también a estos esfuerzos para formar una triple alianza Universidad-Empresa-Estado, en la cual el Estado actúe como facilitador y catalizador, creando las condiciones para que la Universidad y la Empresa trabajen conjuntamente hacia el logro de los objetivos de estas actividades.

Igualmente, la comunidad académica, empresarial y gubernamental participante en la Conferencia formuló una recomendación explícita a la UNESCO, según la cual se solicita a esta Organización que, a través de su Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), se incorpore activamente a las actividades de formación y desarrollo de una cultura emprendedora.

Ing. Juan Luis Cerana
Secretario Ejecutivo
Fundación Fac. Reg. Bahía Blanca de la U.T.N